Everything in Between (2022)

“Everything in Between” no es una epopeya cinematográfica, ni una declaración de principios artística. Es, en su lugar, una joya discreta y profundamente humana que se instala en la memoria con la misma sutileza con la que el protagonista construye sus obras de arte. La película, dirigida con una delicadeza admirable por Evan Oppenheimer, captura la esencia de la vulnerabilidad y la búsqueda de identidad, temas que resuenan especialmente en un mundo que a menudo nos presiona para que encajemos en moldes preestablecidos.

La historia se centra en Holly, interpretada de manera magistral por Beanie Feldstein. Su personaje es complejo y lleno de matices, lejos de la típica heroína romántica. Holly es una joven artista con talento pero con una profunda inseguridad sobre su trabajo y su lugar en el mundo. La película no se basa en clichés; la búsqueda de su arte y su propia voz se entrelaza con una exploración honesta de la soledad, el amor no correspondido y la dificultad de conectar con los demás. Feldstein ofrece una actuación sutil pero poderosa, transmitiendo una mezcla de timidez, determinación y una profunda melancolía que te atrapa desde el principio.

La película no busca grandilocuencia visual. La dirección de arte es minimalista, casi a propósito. La paleta de colores es suave, a menudo apagada, reflejando el estado emocional de Holly. Sin embargo, las escenas que capturan el proceso creativo de Holly, con sus bocetos, lienzos y pinceles, son visualmente ricamente detalladas y permiten al espectador conectar profundamente con su pasión. La banda sonora, igualmente discreta, complementa a la perfección la atmósfera introspectiva de la película.

El guion, coescrito por Oppenheimer y Sundance Now, es donde realmente la película brilla. Evita las concesiones fáciles y se adentra en la complejidad de las relaciones humanas. La relación entre Holly y Sam (Rami Malek) se desarrolla con naturalidad y honestidad, evitando el melodrama y se centra en la conexión genuina entre dos personas que se encuentran en un momento vulnerable de sus vidas. La película explora no solo el amor romántico, sino también la amistad, la familia y la aceptación de uno mismo.

Si bien el ritmo de la película puede parecer pausado para algunos, es precisamente esa lentitud lo que le permite a "Everything in Between" profundizar en la psicología de sus personajes y en la belleza de los detalles. Es una película que te invita a reflexionar sobre la importancia de abrazar las imperfecciones, tanto en el arte como en la vida. No es una película para dejarte llevar por la emoción, sino para sentir y, quizás, para encontrarte un poco más en el proceso. Se trata de una experiencia cinematográfica auténtica y conmovedora que perdura mucho después de que los créditos finales ruedan.

Nota: 8/10