12 trampas (2009)

“12 Tramas” es un ejercicio de suspense de ritmo frenético que, a pesar de sus evidentes influencias, logra ofrecer una experiencia cinematográfica considerablemente entretenida. John Cena, en un papel que parece diseñado específicamente para demostrar su versatilidad actoral, ofrece una actuación sorprendentemente convincente como el detective Danny Baxter, un hombre atormentado por su pasado y ahora confrontado con un desafío que pondrá a prueba sus límites. Cena no es un actor tradicionalmente asociado a roles de acción, pero aquí despliega una mezcla de determinación, vulnerabilidad y sarcasmo que resulta cautivadora y, en muchos momentos, genuinamente emotiva. Su personaje, con su pasado como expolicía, se siente justificado y, lo que es más importante, se conecta con el espectador a pesar de la premisa absurda de la historia.

La dirección de Matthew Le Turnier es, en general, competente, pero se siente un tanto predecible. El uso de la cámara, a menudo de manera dinámica y en primera persona, intensifica la sensación de urgencia y claustrofobia que la trama requiere. Sin embargo, a veces el recurso se vuelve repetitivo, y la dirección carece de la audacia o la originalidad que podría haber elevado la película por encima de un simple ejercicio de acción. La ambientación de Nueva Orleans, aunque visualmente atractiva, se siente, en algunos momentos, como un mero telón de fondo, sin una exploración profunda de la ciudad y su cultura. La banda sonora, aunque efectiva en momentos clave, a veces resulta demasiado estridente, compitiendo con el diálogo y la acción.

El guion, sin duda, es el punto más débil de la película. La trama, basada en una premisa inicial ingeniosa, se desvanece en un cliché de secuestros y pruebas imposibles. Las "12 Tramas" son, en esencia, repetitivas y poco inspiradas. Si bien la tensión se mantiene durante gran parte de la película, la falta de profundidad en los personajes secundarios y la presentación de los desafíos a superar resultan en momentos de poca credibilidad. La motivación de Miles Jackson (Aiden Gillen), el antagonista, permanece ambigua hasta el final, lo que disminuye el impacto dramático de sus acciones. Aiden Gillen, aunque ofrece una interpretación carismática, no logra redimir el carácter poco desarrollado de su personaje.

A pesar de sus defectos, “12 Tramas” logra mantener el interés del espectador gracias a la carismática actuación de John Cena, la atmósfera de peligro constante y el ritmo trepidante de la acción. Si bien no representa una obra maestra del género, ofrece un entretenimiento sólido y efectivo para aquellos que buscan una película de acción con un toque de suspense y un protagonista inesperado. La película se beneficia enormemente de la tensión generada por la situación de la novia de Danny, creando un fuerte elemento de identificación con el protagonista y aumentando la sensación de peligro inminente. En definitiva, es una película olvidable, pero entretenida, que busca generar la emoción máxima.

Nota: 6/10