“12 valientes” (2006) es un relato de guerra que, a pesar de no alcanzar la grandilocuencia de algunas obras del género, consigue ofrecer una visión cruda y realista de la experiencia militar en un entorno hostil. La película, dirigida por Knokke & Boon, se centra en un equipo de fuerzas especiales de la CIA que se ve envuelto en una misión altamente peligrosa durante la invasión de Afganistán, destacando particularmente por su enfoque en la supervivencia y la camaradería en circunstancias extremas. La película no busca glorificar la guerra, sino mostrarla tal y como es: un caos brutal donde la inteligencia, el entrenamiento y la suerte son factores cruciales para la supervivencia.
La dirección de Knokke & Boon es notablemente práctica y eficiente. Evitando artificios y efectos especiales excesivos, se centra en la atmósfera y la tensión. La película utiliza tomas dinámicas y secuencias de persecución trepidantes, que, aunque no siempre innovadoras, logran transmitir la sensación de peligro constante y la dificultad del terreno afgano. La cinematografía, en gran medida naturalista, capta a la perfección la belleza agreste del paisaje y la dureza de las condiciones ambientales. Un aspecto importante es la utilización de planos cerrados que nos permiten empatizar con los personajes y entender sus emociones en momentos de extrema presión.
Las actuaciones son sólidas y consistentes. Chris Hemsworth, en su papel de joven soldado, ofrece una interpretación convincente, mostrando tanto la valentía como la vulnerabilidad de un joven que se ve forzado a madurar rápidamente. El resto del reparto, compuesto por actores veteranos y relativamente desconocidos, cumple con creces, aportando credibilidad a la historia. Particularmente me resultó impactante la interpretación de Rodrigo Santoro como el sereno local, un personaje ambiguo que se convierte en una pieza clave en la supervivencia del equipo. No se trata de actuaciones grandilocuentes, sino de un juego sutil que refleja la complejidad de las relaciones humanas en tiempos de guerra.
En cuanto al guion, “12 valientes” evita las simplificaciones típicas del género bélico. Si bien la trama principal, la persecución de los talibanes, es evidente, el guion se centra en las relaciones entre los miembros del equipo. La película explora temas como el liderazgo, la lealtad, el sacrificio y la pérdida, presentando personajes complejos y moralmente ambiguos. La película no se preocupa por justificar las acciones del gobierno estadounidense, sino por mostrar las consecuencias de la guerra para todos los involucrados. Este enfoque, más allá de la acción, da profundidad a la historia y la convierte en una experiencia más reflexiva. Sin embargo, el ritmo en algunos momentos puede resultar algo pausado, y la falta de desarrollo de los personajes secundarios podría haber enriquecido aún más la narrativa.
Nota: 7/10