17 filles (2011)

“17 filles” (1999) de François Ozon no es una película fácil de ver, ni tampoco pretende serlo. Es una confrontación visceral con la inocencia perdida, un retrato crudo y sin concesiones de la adolescencia y la maternidad en un entorno rural profundamente conservador. La película no se dedica a romantizar ni a idealizar el embarazo; en cambio, se sumerge en las consecuencias inmediatas y perturbadoras que este evento desencadena en las vidas de quince jóvenes. La historia, centrada en Camille, no es solo sobre el embarazo en sí, sino sobre la decisión que las impulsa a tomarla y el posterior torbellino de emociones, inseguridades y dilemas morales que se ciernen sobre ellas.

Ozon construye una atmósfera opresiva, aprovechando al máximo la belleza austera del paisaje francés y utilizando la fotografía de Benoît Debie para subrayar la sensación de aislamiento y claustrofobia. La dirección es precisa y sutil, permitiendo que las actuaciones de las jóvenes –Sasha Baradan, Nora Morichon, Eva Green – sean lo centro de la atención. Cada una de ellas encarna una faceta diferente de la vulnerabilidad femenina, mostrando la angustia, la confusión y la determinación que las consume. Particularmente, el papel de Nora Morichon como Roxane, una joven marcada por la tragedia familiar, es conmovedor y ofrece una de las interpretaciones más impactantes de la película.

El guion, basado en una novela de Annie Saumont, es magistral en su capacidad para explorar la complejidad psicológica de las protagonistas. No se presenta una moral clara, ni se juzga a las jóvenes. Se observa su evolución a lo largo de la historia, mostrando sus intentos desesperados por encontrar sentido a su situación y enfrentarse a las reacciones de sus padres y de la comunidad. La película se adentra en el debate sobre el control reproductivo, la responsabilidad social y el papel de la mujer en la sociedad. La ausencia de un tono didáctico y la elección de mostrar la perspectiva de las protagonistas, le confiere una autenticidad inquietante. La película no busca respuestas fáciles, sino que invita a la reflexión sobre las consecuencias imprevistas de las decisiones personales.

Si bien la trama principal se centra en el embarazo, la película también toca temas más amplios, como la desigualdad social, la presión familiar y la hipocresía de las normas sociales. La tensión entre las adolescentes y la comunidad, con sus prejuicios y su desprecio, es palpable. La película no cae en estereotipos y presenta a cada joven como un individuo con su propia historia y sus propias motivaciones. “17 filles” es, en definitiva, una obra cinematográfica inquietante y poderosa que permanece en la memoria mucho después de que los créditos finales hayan terminado de rodar.

Nota: 8/10