1974: la posesión de Altair (2018)

(ES) · Misterio, Terror, Ciencia ficción · 1h 22m

Póster de 1974: la posesión de Altair
Media
5.6 /10

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Dónde ver 1974: la posesión de Altair

La película 1974: la posesión de Altair está disponible para ver online a través de las plataformas de streaming: Amazon Prime Video, Amazon Prime Video With Ads. Consulta a continuación dónde puedes verla directamente.

Sinopsis

Las filmaciones domésticas suelen contener escenas de felicidad íntima, pero también pueden ser testigo del horror más puro. Es lo que sucede en 1974, en la que un conjunto de grabaciones en 8mm revelan el trágico destino de una pareja de recién casados que desapareció en México a mediados de los setenta.

Ficha de la película

Título original

1974: la posesión de Altair


Estreno



Idioma original

ES


Dirección

Guionista

Victor Dryere, Omar Noceda, Fausto Muñoz, Pablo Guisa Koestinger, Fernando Barreda Luna


Reparto principal de 1974: la posesión de Altair

Actores y actrices destacados que dan vida a la historia en 1974: la posesión de Altair.

Tráiler Oficial

Ver tráiler oficial de 1974: la posesión de Altair

Críticas de la película

Opiniones reales de usuarios que han visto 1974: la posesión de Altair. Consulta sus valoraciones y comentarios.

Manuel Rivas
⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐ (7.5/10)

“1974: la posesión de Altair” no es un thriller convencional. No se trata de un espectador que se asusta por un grito repentino o una escena de violencia gráfica, aunque sí hay momentos que, sin duda, se quedan grabados en la memoria. Esta película, construida a partir de un legado de filmaciones domésticas de una pareja mexicana que desapareció en 1974, opera en un nivel más sutil y perturbador. Es un ejercicio de tensión psicológica que se alimenta de la incertidumbre y la incomodidad, y la dirección de Roddríguez Gallegos es, en su mayor parte, impecable en la materialización de esa atmósfera opresiva. La forma en que utiliza el formato 8mm, con su grano visible y sus colores apagados, no es un simple recurso técnico; es una herramienta narrativa fundamental que induce al espectador a sentir la fragilidad y el aislamiento de la vida de los protagonistas.

El manejo del ritmo es magistral. Gallegos construye las escenas con una lentitud deliberada, permitiendo que los pequeños detalles, las miradas furtivas, los silencios incómodos, se conviertan en el principal motor de la narrativa. No se apresura a explicar lo que sucede, dejando que la ambigüedad sea la principal arma. La película se centra en lo que *no* se muestra, en lo que queda implícito y que el espectador debe inferir. Es una estrategia arriesgada que, afortunadamente, funciona con éxito, generando una sensación constante de que algo terrible está a punto de ocurrir, aunque nunca lo haga explícitamente. El uso de la música, minimalista y evocadora, complementa a la perfección este enfoque.

Las actuaciones de los actores que interpretan a Martín y Esperanza son convincentes. No se trata de interpretaciones grandilocuentes, sino de performances sutiles y realistas que transmiten la evolución gradual de su relación y su progresivo desmoronamiento. El rostro de cada actor se convierte en un palimpsesto de emociones, reflejando la creciente paranoia y el miedo que experimentan. Particularmente destacable es la actuación de Ximena Sariñana, que ofrece una interpretación desgarradora y honesta de Esperanza, capturando su vulnerabilidad y su creciente desesperación. Sin embargo, a veces, la sutileza extrema puede llevar a que ciertas escenas sean un poco lentas, perdiendo un poco de dinamismo.

El guion, escrito por Rodríguez Gallegos y Marco Vargas, es, en general, sólido. La historia, aunque basada en hechos reales, se presenta de una forma que evoca el misterio y la tragedia. La película plantea preguntas inquietantes sobre la naturaleza del matrimonio, la influencia del pasado, y la posibilidad de fuerzas oscuras. Sin embargo, el guion se siente, en ocasiones, un poco vacío. Falta un mayor desarrollo de los personajes secundarios, y algunas de las conexiones entre los eventos podrían haber sido más claras. Además, la explicación final, si es que la hay, es deliberadamente ambigua, lo que puede resultar frustrante para algunos espectadores. La película, en definitiva, deja al espectador con más preguntas que respuestas, un recurso que puede ser tanto una fortaleza como una debilidad.

A pesar de sus pequeñas fallas, “1974: la posesión de Altair” es una experiencia cinematográfica inquietante y memorable. Es una película que se queda contigo mucho después de que los créditos finales hayan terminado de rodar, invitándote a reflexionar sobre el horror que puede esconderse incluso en los lugares más cotidianos. Una película que demuestra el poder del cine para explorar la oscuridad de la psique humana y para confrontar con la ambigüedad de la realidad.

Nota: 7.5/10

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