2 Kleine Kleutertjes: Een Dag Om Nooit Te Vergeten (2022)

“Un Día Para Recordar” (o “2 Kleine Kleutertjes: Een Dag Om Nooit Te Vergeten” en su título original) no es precisamente un evento cinematográfico que vaya a dejar una huella imborrable en la historia del cine. Sin embargo, sí es una película con un encanto genuino, una comedia familiar que busca el entretenimiento ligero y la conexión con la infancia. La dirección de Jan van den Berg es cuidadosa, optando por un estilo visual que se centra en la inocencia y la alegría, creando una atmósfera idónea para la trama. No se busca el realismo; se prioriza la estética visual que apela a la sensibilidad infantil, con colores vibrantes y escenas sencillas pero efectivas.

La película se centra en la reacción de dos niños a la inminente llegada de un bebé, una situación bastante común pero que se maneja con una naturalidad sorprendente. Las interpretaciones de Manou Jue Cardoso y Chantal Janzen son sólidas, especialmente considerando que interpretan a niños pequeños. Logran transmitir las emociones de su edad: la confusión, la frustración, la emoción y, sobre todo, la necesidad de atención. La química entre los dos actores es palpable y contribuye significativamente al desarrollo de la historia. Simone Kleinsma aporta un toque cómico y un alivio en la trama, su personaje, un adulto que a veces resulta un poco exasperante, añade un elemento de conflicto y humor que se integra bien en la narrativa. No obstante, a veces su actuación podría haber sido más sutil.

El guion, aunque sencillo, funciona gracias a su honestidad y a su capacidad de conectar con la experiencia universal de la infancia. La fuga del rancho y el viaje que siguen no son particularmente originales, pero la película sabe construir momentos de tensión y aventura a pequeña escala, lo que mantiene al espectador enganchado. Los desafíos que enfrentan los niños no son de gran magnitud, y son resueltos con una facilidad que no desmerece la experiencia. La película no se complica con subtramas ni personajes secundarios particularmente desarrollados; se centra en el viaje emocional de los protagonistas. Hay un ligero temor, a veces, a que la película tienda a simplificar demasiado, pero la intención es clara: ofrecer una experiencia familiar agradable y sin grandes pretensiones.

En definitiva, “Un Día Para Recordar” es un entretenimiento ligero y agradable, perfecto para una noche de cine en familia. No es una obra maestra, pero ofrece un buen rato y evoca recuerdos de la infancia. Su éxito reside en su capacidad para transmitir un mensaje positivo sobre la importancia de la amistad, la valentía y la alegría de vivir. Es una película que, sin duda, apela a las emociones más básicas y a la nostalgia.

Nota: 6/10