5 es el número perfecto (2019)

“5 es el número perfecto” es una película que, a pesar de su premisa familiar y un trasfondo histórico fascinante, no logra alcanzar la grandilocuencia que promete. La historia, situada en la Nápoles de los años 80, narra la escalada de venganza de Peppino, un veterano sicario de la Camorra, tras la trágica muerte de su hijo. La película, dirigida con una sensibilidad notable por parte de Cristiano Marolla, se mueve entre el drama familiar y el thriller criminal, aunque con una ejecución que, en ocasiones, resulta un tanto irregular.

La película no se adentra en la complejidad del submundo criminal napolitano como se podría haber esperado. Si bien la ambientación es impecable, con una Nápoles vibrante y oscura que evoca la atmósfera de las películas de Sergio Leone, la película se centra demasiado en la retorcida lógica de la venganza de Peppino, relegando la construcción del mundo de la Camorra a secundarios y momentos puntuales. Sin embargo, esta simplicidad es un arma de doble filo: permite que el protagonista, interpretado con una intensidad palpable por parte de un Salvatore Cascio envejecido pero aún expresivo, sea el centro de la narrativa. Cascio logra transmitir la desesperación, el dolor y la brutalidad de un hombre que ha visto la vida destrozada y que se aferra a la única herramienta que conoce para enfrentarse a su perdición: la violencia.

La relación entre Peppino y su hijo Nino es, sin duda, el corazón de la película. La necesidad de Peppino de transmitir su legado y conocimiento a su hijo, el choque entre las costumbres de la vieja escuela mafiosa y las aspiraciones de una nueva generación, se presenta con una honestidad brutal. La actuación de Totò, como el leal y taciturno secuaz, es excelente y aporta un contrapunto interesante a la inestabilidad emocional de Peppino. La presencia de Rita, la mujer que lo espera, ofrece un atisbo de esperanza en un mundo consumido por la violencia.

La dirección de Marolla se distingue por un uso efectivo de la cámara y la música, que refuerzan la atmósfera oscura y melancólica de la película. La fotografía, con predominio de tonos oscuros y contrastes marcados, contribuye a crear una sensación de opresión y desasosiego. La banda sonora, compuesta por Gianmattio Baldoni, es una mezcla evocadora de melodías tradicionales napolitanas y atmósferas de tensión. Sin embargo, el guion, aunque sólido en su planteamiento central, carece de sutileza y profundidad en el desarrollo de algunos personajes secundarios. Se intenta explorar temas como el legado familiar y el peso del pasado, pero sin profundizar en las complejidades morales y psicológicas de los personajes. Se siente una cierta apresura en la resolución de algunos conflictos, lo que resta fuerza a la narrativa.

En definitiva, "5 es el número perfecto” es una película recomendable para aquellos que aprecien el género de acción criminal con un componente emocional. Es un esfuerzo ambicioso con momentos brillantes, especialmente gracias a la actuación de Cascio, pero que no alcanza su máximo potencial debido a algunos problemas estructurales y a una falta de complejidad en el desarrollo de la trama.

Nota: 6.5/10