6 días sobre la tierra (2011)

“6 días sobre la Tierra” no es una película que te deje con una simple sensación de asombro; es una experiencia cinematográfica que te obliga a cuestionar la propia naturaleza de la realidad. Dirigida por Ernest Lequay, la película se adentra en un territorio narrativo audaz y a veces desconcertante, apostando por una atmósfera opresiva y misteriosa que, aunque no siempre logra un impacto total, deja una huella imborrable. La película se basa en una premisa intrigante: el doctor Piso, un científico obsesionado con las abducciones alienígenas, se ve envuelto en una serie de eventos escalofriantes tras conocer a Saturnia, una joven con una conexión inusual con el universo.

Lequay logra construir una atmósfera inquietante desde sus primeros minutos, utilizando una paleta de colores apagados y una fotografía sombría que refleja la paranoia y el desasosiego de Piso. No se trata de una película de terror convencional, sino más bien de un thriller psicológico que se centra en la disolución de la cordura y la lucha por aferrarse a la razón en un mundo cada vez más extraño. La dirección es, en general, sólida, manteniendo un ritmo pausado pero efectivo que genera tensión y suspense. Sin embargo, la película a veces se deja llevar por una ambigüedad deliberada que, aunque interesante conceptualmente, puede frustrar al espectador que busca respuestas claras. El uso de la hipnosis como mecanismo central es particularmente efectivo, representando visualmente las fracturas en la mente del protagonista y la apertura a dimensiones desconocidas.

La actuación de Jean-Pierre Noiret como el doctor Piso es magistral. Noiret logra transmitir la obsesión, la vulnerabilidad y la creciente locura de su personaje con una sutileza sorprendente. Su interpretación es el corazón de la película, anclando el espectador en un personaje que oscila entre la genialidad científica y la sumisión a fuerzas incomprensibles. El resto del reparto, incluyendo a la joven Corinne Leenens como Saturnia, es competente, aunque sus personajes carecen de la profundidad y el desarrollo que merecerían en un proyecto tan ambicioso. El guion, adaptado de la novela homónima de Guy de Maupassant, es complejo y a menudo confuso. Aunque la historia es absorbente, la trama se complica con demasiados detalles y digresiones, lo que dificulta la comprensión de la secuencia de eventos. La película también juega con la idea de la historia escrita, insinuando una manipulación del pasado, lo que añade una capa adicional de intriga, aunque al final no se desarrolla plenamente.

En definitiva, "6 días sobre la Tierra" es una película que exige atención y un espíritu abierto a la experimentación narrativa. No es para todos los públicos, y su complejidad puede resultar desalentadora para aquellos que buscan entretenimiento ligero. Sin embargo, si se aprecia por su originalidad y su capacidad para generar interrogantes, puede ser una experiencia cinematográfica memorable. Es una película que te invita a reflexionar sobre la naturaleza del conocimiento, la realidad y los límites de la percepción humana. Una película que, a pesar de sus fallos, merece la pena ser vista, pero con la clara advertencia de que no siempre lo logra con éxito.

Nota: 7/10