A cualquier otro lugar (1999)

“A cualquier otro lugar” (Somewhere Else), la última obra de Nicolasa López, es un drama familiar que, si bien apunta a explorar las profundas grietas que pueden surgir en las relaciones, termina resultando algo lánguido y carente de la fuerza emocional que prometía. La película, con una atmósfera inicial intrigante, se instala en la desorientación de Adele August, una mujer que, harta de su existencia en el pueblo de Bad City, se decide a mudarse con su hija Ann a Beverly Hills, buscando una nueva vida y, sobre todo, una oportunidad para revitalizar su imagen pública. Sin embargo, el cambio radical de escenario no es suficiente para remediar las tensiones subyacentes y los problemas de comunicación que la familia August atraviesa.

Nicolasa López dirige con una precisión visual que, en la primera mitad de la película, es efectiva. La fotografía de Joshua Long, con tonos apagados en Bad City y una paleta de colores más vibrante en Beverly Hills, establece un contraste visual que refleja la búsqueda de Adele de una nueva identidad. La dirección de López se centra en los silencios, en los momentos de incomodidad entre madre e hija, donde las palabras son reemplazadas por miradas y gestos. No obstante, la película se estanca en ciertos momentos, arrastrando la narrativa y perdiendo el ritmo. La tensión, que debería ser palpable, se diluye en largas escenas de diálogo superficial y en una sensación constante de que se está esperando algo que nunca llega.

Las actuaciones son, en general, sólidas. Florence Pugh ofrece una interpretación convincente como Adele, transmitiendo la frustración, la ambición y la vulnerabilidad de una mujer que busca desesperadamente redimirse. Sin embargo, la relación entre Adele y Ann, interpretada por Sydney Sweeney, es el corazón de la película y, a pesar de las buenas interpretaciones de ambas actrices, no logra generar una conexión emocional fuerte. La frustración de Ann por la manipulación de su madre y la sensación de sentirse como un objeto para ser utilizado son temas interesantes, pero la película no profundiza lo suficiente en ellos, dejando que la historia pase a un segundo plano.

El guion, escrito por López y Matt Harris, es donde la película más decepciona. Si bien la premisa – una madre ambiciosa que intenta forzar a su hija a seguir sus sueños – es atractiva, la ejecución carece de originalidad. La historia se siente familiar, casi cliché, y se basa en motivos ya explorados en otras películas. Los diálogos, en muchos casos, son forzados y poco creíbles, y la trama presenta demasiados giros y vueltas que no se sienten orgánicos. La exploración de las motivaciones de Adele es superficial y, en última instancia, no logra convencernos de que sus acciones son justificables, dejando al espectador con una sensación de impotencia y desconexión.

A pesar de las buenas actuaciones individuales y la dirección visualmente cuidada, “A cualquier otro lugar” no logra alcanzar su potencial. Es una película interesante en su planteamiento, pero termina siendo una experiencia decepcionante debido a un guion predecible y a una falta de profundidad emocional.

Nota: 6/10