A Hard Day (2014)

“A Hard Day” de Lee Chang-dong es una película que se aferra a la intensidad del trauma y la incomunicación, dejando una sensación persistente de angustia incluso después de que las luces del teatro se apagan. La película no busca ofrecer una justificación o un fácil desenlace a la tragedia que desencadena; en cambio, se dedica a explorar las consecuencias inmediatas y la dificultad inherente de lidiar con la culpa y el miedo. El relato se centra en Gun-su (Byun Geun-young), un agente de policía que, en un estado de shock y confusión tras el atropello de un hombre, toma la decisión impulsiva de enterrarlo en la tumba de su madre. Desde el principio, la película establece un tono sombrío y claustrofóbico, amplificado por la fotografía en tonos grises y la atmósfera densa de la ciudad. Lee Chang-dong evita la melodramatización, optando por un realismo visceral que, a veces, resulta incómodo pero innegablemente potente.

La dirección es impecable, trabajando con la cámara para acentuar la incomunicación entre los personajes. Hay momentos, especialmente en las interacciones entre Gun-su y su compañero de policía, que se sienten cargadas de tensión reprimida. La película se basa en la sugestión más que en explicaciones directas, dejando que el espectador interprete los motivos de Gun-su y el peso de su acto. Sin embargo, esta estrategia puede resultar frustrante para algunos, pues se presenta un personaje principal complejo pero, a la vez, inaccessible. La incomunicación no sólo es visual, sino también auditiva. El silencio, a menudo interrumpido por la brisa o el sonido de la lluvia, se convierte en un personaje más, subrayando el aislamiento de Gun-su.

La actuación de Byun Geun-young es extraordinariamente conmovedora. Su interpretación de Gun-su es sutil y magistral, transmitiendo la confusión, el remordimiento y el miedo a través de la mirada y los gestos. No hay drama ostentoso en su actuación; es una interpretación silenciosa, que se basa en la credibilidad. El resto del elenco secundario, en particular Lee Sung-min como el compañero de policía, cumplen su cometido con notable eficacia, aunque su rol principal reside en resaltar la alienación de Gun-su. La película evoca de manera efectiva una sensación de malestar, un desasosiego constante. No se pretende que el espectador simpatice con Gun-su; más bien, se le invita a empatizar con el dolor y la confusión que lo consumen.

“A Hard Day” no ofrece respuestas fáciles. El dilema moral planteado es brutal y complejo, sin un camino claro hacia la redención. La película se centra en el presente, en las consecuencias inmediatas del acto de Gun-su y en la lucha por contener la creciente amenaza de la exposición. Es una película que te deja con la sensación de que algunas heridas son imposibles de curar completamente. Es una experiencia cinematográfica intensa y perturbadora, un estudio sobre la culpa, el silencio y la dificultad de enfrentarse a la verdad. La película es unánimamente admirable por su tratamiento honesto y sin adornos de un tema tan delicado.

Nota: 8/10