A Kitty Bobo Show (2001)

“A Kitty Bobo Show” es una curiosa, casi olvidable, apuesta por el humor pastelero que se atreve a navegar por las complejidades de la amistad juvenil con una perspectiva sorprendentemente refrescante. Dirigida por un equipo que, basándome en lo poco que se sabe de sus trabajos anteriores, parece apostar por un tono visualmente rico y un ritmo deliberadamente lento, la película se centra en la singularidad de Kitty Bobo (interpretado con una ternura innegable por Dante Basco). Basco, conocido por su papel de Darkangel en ‘Guardias de la Noche’, aporta una sofisticación inesperada al personaje, un joven con aspiraciones de coolness que, para su propio disgusto y el de sus amigos, resulta ser un completo desastre.

El guion, aunque simple, juega con la dinámica entre los cuatro amigos – Kitty Bobo, Paul Dog, Monkey Carl y Maggie – de una manera que, en su defecto, se siente un poco repetitiva. La premisa central, el deseo de Kitty Bobo de impresionar a sus compañeros, es fundamentalmente banal, pero la película se esfuerza por elevarla con situaciones cómicas y un diálogo que, a pesar de ser ligero, logra en algunos momentos conectar con la universalidad de las inseguridades juveniles. La trama principal –la llegada de una nueva y "cool" línea telefónica y la búsqueda de Kitty Bobo para usarla como un símbolo de estatus– es un cliché, pero la película no intenta disfrazarlo; más bien, lo abraza, lo convierte en un vehículo para explorar temas como la aceptación, la envidia y la importancia de la amistad genuina.

Las actuaciones, sin embargo, son el punto fuerte de la película. Lela Lee ofrece una interpretación encantadora como Maggie, la voz de la razón entre el grupo, mientras que Chris Williams aporta un toque de energía desenfrenada a Monkey Carl. Nick Jameson, aunque con un papel limitado, añade un elemento de inesperada nostalgia. Pero es Dante Basco quien realmente destaca. Su interpretación de Kitty Bobo es magistral, capturando a la perfección la mezcla de torpeza, inseguridad y genuino deseo de ser aceptado. Su faceta como protagonista de series como ‘Pacific Drive’ prepara al espectador para un personaje que, a pesar de su arrogancia aparente, es profundamente vulnerable.

La dirección se adhiere a un estilo visualmente cuidado, con una paleta de colores vibrantes que acentúan la atmósfera juvenil de la película. La banda sonora, por su parte, es apropiadamente alegre y pegadiza, aunque a veces un poco recicladísima. Aunque no es una obra maestra del cine, “A Kitty Bobo Show” es un entretenimiento ligero y agradable, especialmente para aquellos que busquen una comedia familiar con un toque de nostalgia y un mensaje positivo sobre la amistad. La película, a pesar de sus debilidades, logra crear una atmósfera particular, reflejando el espíritu despreocupado de la adolescencia y el deseo de pertenecer a un grupo. No es un logro artístico, pero sí una experiencia visual y sonora relativamente satisfactoria.

Nota: 6/10