À ma soeur! (2001)

“À ma soeur!” (2023), la última entrega de la prolífica Léa Sciamma, no es una película que se olvida fácilmente. Años después de la controversia que rodeó "Romance X", la directora vuelve al terreno del sexo adolescente, aunque esta vez con un tono y una complejidad que sugieren una madurez artística notable. La película no es una mera recreación de fantasías sexuales; más bien, es un examen introspectivo y a veces inquietante del deseo, la incomunicación y la búsqueda de identidad en la adolescencia.

El núcleo de la película es la relación entre Ana y Julia, dos hermanas de 18 años que se encuentran en una cabaña remota en la Bretaña francesa durante unas vacaciones. La premisa –la esperanza ferviente de perder la virginidad antes de que sus amigas lo hagan– es tan sencilla como directa, pero Sciamma la utiliza como un catalizador para explorar las tensiones latentes entre las hermanas. La película se centra en la comunicación, o más bien, la falta de ella. No se trata de escenas explícitas o abiertamente eróticas; la tensión sexual reside en los silencios incómodos, las miradas robadas y las pequeñas acciones que revelan sus deseos y frustraciones. La directora utiliza la cámara con maestría, a menudo enfocándose en los rostros de las actrices, mostrando la intensa carga emocional que soportan.

Las interpretaciones de Louane Dumont y Adèle Haenel son el corazón de la película. Ambas actrices transmiten con gran sutilidad las contradicciones internas de sus personajes. Dumont, como Ana, encarna la inseguridad y la vulnerabilidad, mientras que Haenel, interpretando a Julia, irradia un espíritu desafiante, aunque también atormentado. La dinámica entre ellas es el motor principal de la trama, y la tensión entre ellas se siente constantemente. La película evita el cliché del triángulo amoroso, centrándose en la relación de amistad y hermanada que es fundamental para el desarrollo de ambas.

El guion de Sciamma, en colaboración con Anne Lefert, es elegante y deliberado. Evita la gratificación fácil, optando por un ritmo pausado que permite al espectador reflexionar sobre las implicaciones del deseo. La película no ofrece respuestas fáciles; en lugar de eso, plantea preguntas sobre la influencia de las expectativas sociales, la presión de los compañeros y la necesidad de comprenderse a uno mismo antes de poder conectar con otra persona. Es importante destacar que, a diferencia de “Romance X”, aquí la sexualidad no es el punto central, sino un espejo que refleja la búsqueda de autoafirmación. Sciamma se aleja del melodrama y la explotación, y apuesta por un enfoque más íntimo y honesto sobre la experiencia adolescente. El vestuario y la ambientación rural contribuyen significativamente a la atmósfera inquietante y melancólica de la película.

En definitiva, “À ma soeur!” no es una película para todos los gustos. Requiere paciencia y una mente abierta. Sin embargo, para aquellos que disfrutan del cine que invita a la reflexión y que explora la complejidad de las relaciones humanas, esta película de Léa Sciamma es una experiencia cinematográfica valiosa y conmovedora.

Nota: 7/10