A Man Called Sarge (1990)

“A Man Called Sarge” no es una película que vaya a redefinir el género bélico o dejar una huella imborrable en la historia del cine. Sin embargo, sorprende por su particular enfoque y su capacidad para ofrecer un entretenimiento decente, aunque ladeado hacia lo absurdo. La película, dirigida con un pulso sorprendentemente relajado por John Schepp, no se toma demasiado en serio ni a sí misma ni a sus personajes, y esa decisión es, en última instancia, su mayor fortaleza.

El corazón de la historia reside en Gary Kroeger, quien interpreta al Sargento. Kroeger no es un héroe tradicional; es un hombre simple, a menudo torpe y con una suerte de incompetencia que se muestra de manera constante. La dirección consigue que no te importe demasiado si el Sargento tropieza con un barril o da una orden equivocada, porque su humanidad y su genuino deseo de proteger a su equipo generan cierta empatía. Su actuación, aunque no se destaque por la dramatización, es consistente y transmite un mensaje de liderazgo inesperado: que a veces, la supervivencia se basa en la perseverancia y la capacidad de improvisación, no en la brillantez estratégica.

Natasha Lyonne aporta un toque de inesperado carisma al papel de una soldado excéntrica. Su personaje, aunque secundario, desprende un humor que contrasta con la seriedad de la situación y ayuda a aliviar el ritmo. Marc Singer también destaca en su breve pero efectivo papel. Las interacciones entre estos tres personajes son lo que realmente anima la película, proporcionando momentos cómicos que, aunque no sean ingeniosos en el sentido clásico, son agradables y genuinos.

El guion, escrito por Michael Goldberg, se vale de un tono deliberadamente ligero. Las escenas de acción son torpemente filmadas, con un ritmo pausado que, en ocasiones, se vuelve un poco tedioso. La película no intenta simular la brutalidad de la guerra; más bien, se centra en la lucha por la supervivencia en un contexto estresante. La ambientación en el desierto, con sus vastas extensiones y su clima implacable, se integra bien en la narrativa, pero la dirección no explora a fondo las implicaciones psicológicas de la guerra ni las consecuencias de los actos de los personajes.

En definitiva, “A Man Called Sarge” es una película de entretenimiento ligero y entretenida para aquellos que buscan una aventura sencilla y un poco absurda. No es una obra maestra cinematográfica, pero sí ofrece un grupo de personajes entrañables y momentos cómicos. Si buscas una experiencia cinematográfica profunda y reflexiva, quizás te sientas decepcionado, pero si buscas una película para desconectar y pasar un rato agradable, podría ser una buena opción. La película no pretende, ni debe, ser más de lo que es: una comedia de acción con un toque de guerra y una dosis generosa de personajes extravagantes.

Nota: 6/10