A Price Above Rubies (1998)

“A Price Above Rubies” es una película que, más allá de su temática delicada, se muestra como una exploración visualmente cautivadora pero, en última instancia, algo frustrante. El largometraje, dirigido por Mark Lane, se sumerge en la crisis matrimonial de Miriam (interpretada con una intensidad conmovedora por Rachel Weisz), una joven judía casada con un hombre profundamente religioso, David (Ben Mendelsohn), en un ambiente rural estadounidense impregnado de opulencia y secretos. La historia se centra en el creciente aburrimiento y el anhelo de Miriam por una vida más allá de las limitaciones que le impone su matrimonio y su fe.

La película despliega un estilo visual que se inscribe claramente en la estética del neo-noir. Las escenas, filmadas con una paleta de colores ocres y dorados, evocan una atmósfera de decadencia y misterio. La fotografía de Jasper Wolf es, sin duda, uno de los puntos fuertes del filme. Cada plano está cuidadosamente compuesto, utilizando la luz y la sombra para generar tensión y destacar la belleza sombría del paisaje. Este enfoque visual, combinado con la banda sonora intensa y melancólica, logra crear una experiencia cinematográfica inmersiva que recuerda a películas como “El Halfling” o “Blue Velvet”. Sin embargo, a veces esta estética, aunque efectiva, parece un poco recargada, como si la película quisiera demasiado.

Las actuaciones son sólidas, pero con algunas inconsistencias. Rachel Weisz ofrece una interpretación profundamente matizada de Miriam, mostrando su frustración, su soledad y su anhelo por algo más con una autenticidad convincente. Ben Mendelsohn, por su parte, realiza un papel sólido, pero a veces su personaje resulta un tanto unidimensional y estático, relegado a un papel de observador silencioso. Se le ve como un hombre en conflicto interno, pero la película no profundiza lo suficiente en sus motivaciones.

El guion, escrito por Lane y Mendelsohn, es donde la película más notablemente falla. Si bien la premisa es interesante y la idea de explorar la complejidad de las relaciones íntimas es prometedora, la narrativa carece de profundidad y desarrollo. Los diálogos, en ocasiones, son artificiosos y poco naturales, y la película se ve obligada a recurrir a flashbacks y revelaciones abruptas para avanzar la trama. Se siente una cierta prisa por contar la historia, lo que reduce el impacto emocional de ciertos momentos cruciales. La película trata temas importantes como la fe, la libertad personal y la adicción, pero lo hace de manera superficial, sin profundizar en las raíces de los personajes ni en las consecuencias de sus acciones.

En definitiva, “A Price Above Rubies” es un espectáculo visualmente atractivo con actuaciones decentes, pero un guion poco desarrollado que no alcanza a cumplir su potencial. La película, a pesar de sus aspiraciones, se siente más como una serie de imágenes impactantes que de una exploración narrativa honesta y compleja. Hay momentos que brillan, pero la falta de sustancia general resulta decepcionante.

Nota: 6/10