A primera vista (2014)

“A primera vista” no es solo una secuela; es una exploración delicada y profundamente conmovedora de la intimidad y el descubrimiento, expandiendo las bases establecidas en el corto “Eu Não Quero Voltar Sozinho”. La película, dirigida por Karim Aroud, se atreve a profundizar en la vida de Leonardo, un adolescente ciego que, a pesar de sus limitaciones sensoriales, se esfuerza por forjar su propia identidad y alcanzar un grado de independencia. La dirección de Aroud es notablemente sutil, evitando la sentimentalidad gratuita y apostando por la observación natural de las interacciones y los pensamientos de Leonardo. Se centra en la textura de la experiencia, en cómo él percibe el mundo a través del tacto, el sonido y el olfato, y utiliza estas herramientas para crear una imagen mental rica y compleja.

Las actuaciones son, sencillamente, extraordinarias. Tiago Camargo, en el papel principal, ofrece una interpretación magistral. Leonardo no es un personaje patético o necesitado; es un joven fuerte, inteligente y con una vitalidad contagiosa, que se enfrenta a sus desafíos con una determinación admirable. Su evolución a lo largo de la película es palpable, no a través de diálogos grandilocuentes, sino a través de la lente de sus acciones y sus reacciones. La química entre Camargo y la también joven actriz, Anaícia Menezes, como Giovana, es particularmente efectiva. Su amistad se muestra como un pilar fundamental para Leonardo, un refugio y un espejo donde él se encuentra a sí mismo. Giovana no es la ‘amiga normal’ que lo alienta; es una compañera que lo desafía, lo impulsa y, fundamentalmente, lo valida en su búsqueda de independencia.

El guion, coescrito por Aroud y otros, es la joya de la corona de la película. Evita los clichés del melodrama adolescente y se adentra en temas complejos como la autoaceptación, la identidad sexual, el miedo al rechazo y la importancia de la conexión humana. La narrativa no se basa en la visión del mundo desde la plenitud sensorial, sino en la comprensión de la experiencia de Leonardo. A través de la percepción táctil, la película nos permite compartir su mundo, sentir sus dudas y celebrar sus victorias. La película, deliberadamente, no ofrece explicaciones fáciles. La relación de Leonardo con Gabriel, el nuevo personaje que entra en su vida, no se aborda de manera simplista; se presenta como un proceso de descubrimiento mutuo, lleno de torpeza, vulnerabilidad y, finalmente, de un amor que trasciende las barreras de la percepción. La escena donde, por primera vez, Leonardo toca el rostro de Gabriel es un momento de pura emoción, un retrato silencioso y poderoso de la intimidad.

“A primera vista” es una película que invita a la reflexión y que, sobre todo, nos recuerda que la verdadera belleza reside en la capacidad de conectar con el otro, independientemente de cómo se perciba el mundo. No es una película fácil de ver, pero sí es una experiencia cinematográfica profundamente gratificante, tanto para el público que tiene discapacidad visual como para el resto de espectadores. La película tiene un mensaje importante sobre la superación personal y la aceptación, ofreciendo una perspectiva fresca y valiosa sobre la vida y el amor.

Nota: 8.5/10