“Secretos de familia” (The Family Secret) no es, quizás, la comedia dramática más original del año, pero sí ofrece una experiencia cinematográfica considerablemente agradable, cargada de matices emocionales y una palpable tensión que se desata a medida que avanza la trama. La película, dirigida por Arturo Cobo, se centra en la fría reacción de Ángela (interpretada con una frialdad admirable por Daniela Vega) ante la noticia del asesinato de su madre, un evento que choca violentamente con la cercanía y la cercana relación que parecía existir entre ambas hermanas. Este contraste inicial es la base de un arco argumental fascinante que explora las complejidades de la memoria, la verdad, el perdón y, sobre todo, el peso de los secretos familiares.
El guion, escrito por María Carrillo, se beneficia de la habilidad de Cobo para tejer una narrativa que no cae en clichés. La película no se limita a presentar un melodrama convencional; en cambio, se sumerge en la psicología de los personajes, explorando las razones detrás del distanciamiento entre Ángela y su madre, revelando fragmentos del pasado que se van construyendo gradualmente a través de flashbacks y conversaciones a medias. La historia se mueve con cautela, evitando caer en la melodramatización y permitiendo que el espectador forme sus propias conclusiones sobre los verdaderos motivos de los conflictos familiares. Hay momentos que resultan particularmente impactantes, donde la película aborda temas como el abuso infantil, el trauma y la dificultad de confrontar el pasado. La dirección de arte contribuye notablemente a la atmósfera general, con una paleta de colores sutiles que refleja el estado emocional de los personajes y la melancolía de la historia.
Las actuaciones son, sin duda, uno de los puntos fuertes de la película. Daniela Vega, como Ángela, ofrece una interpretación magistral. Su personaje es un enigma, una mujer aparentemente fría y distante, pero en la que se puede intuir una profunda vulnerabilidad. Su actuación es sutil, matizada y tremendamente creíble. El resto del reparto, compuesto por actores como Juan Carlos Pino y Cecilia Roth, también cumple con creces, aportando profundidad y credibilidad a sus personajes. Particularmente digna de mención es la interpretación de Cecilia Roth, quien le da vida a la madre de Ángela con una mezcla de fragilidad y fortaleza.
Aunque la trama es sólida y las interpretaciones convincentes, “Secretos de familia” no está exenta de algunas imperfecciones. La resolución final, aunque satisfactoria, podría haber sido más elaborada y con mayor impacto emocional. Además, algunos de los flashbacks podrían haberse desarrollado con más detalle para proporcionar un contexto más rico y completo. Sin embargo, estos pequeños defectos no impiden que la película sea una experiencia cinematográfica memorable y reflexiva. En definitiva, es una película que invita a la reflexión sobre los lazos familiares, la memoria y la búsqueda de la verdad. Un estudio humano sobre cómo el pasado nos persigue y cómo, a veces, las palabras no son suficientes para curar las heridas.
Nota: 7/10