Abandoned (2022)

“Abandoned” es una película que se instala bajo la piel, no por su espectacularidad, sino por una atmósfera de creciente inquietud y desasosiego. Dirigida por Will Shade, la película no intenta ofrecer respuestas fáciles ni pretende ser un thriller convencional, sino que se sumerge en la fragilidad mental de una madre y en la palpable sensación de que algo maligno se esconde en las paredes de una vivienda aparentemente olvidada. La película, en su esencia, explora los efectos devastadores de la enfermedad mental y, aunque el desarrollo de la trama puede sentirse lento para algunos, la experiencia general es perturbadora y memorable.

La dirección de Will Shade es la clave para el éxito de la película. La puesta en marcha del sonido es magistral: el crepitar del fuego, los crujidos de la madera, los susurros del viento... todo se combina para generar una sensación constante de paranoia. La utilización de la luz y la sombra es especialmente efectiva, creando contrastes que reflejan el estado mental de la protagonista. No se recurre a sustos fáciles, sino que se construye la tensión a través de la sugestión y la anticipación. La fotografía, en general, es bastante cuidada, aunque a veces se adentra en un aspecto demasiado sombrío, lo que podría dificultar la apreciación de algunos detalles. Sin embargo, esta elección estilística contribuye a la ambientación opresiva que la película busca crear.

El núcleo de la película reside, indudablemente, en la actuación de Kaitlyn Dever como Sarah. Dever ofrece una interpretación soberbia, logrando transmitir la angustia, el miedo y la desesperación de una mujer al borde de la locura. Su evolución a lo largo de la película es palpable, y la capacidad de Dever para comunicar el dolor y la confusión de Sarah es, sin duda, el punto fuerte de la obra. La química entre Dever y Jack Kehler, quien interpreta al marido de Sarah, es genuina y contribuye a la credibilidad de la historia. Kehler, aunque con un papel relativamente limitado, ofrece un retrato convincente de un hombre que se siente impotente ante la creciente inestabilidad de su esposa. Su interpretación, a pesar del tamaño del papel, es sólida y sin concesiones.

En cuanto al guion, “Abandoned” se enfrenta a un desafío: el ritmo pausado puede alejar a algunos espectadores. La película se centra en la atmósfera y la interpretación de los actores, dejando de lado la acción y los giros argumentales típicos del género. Si bien esta elección es acertada para la temática, a veces se siente que la trama se arrastra, sin ofrecer suficientes elementos para mantener al espectador completamente enganchado. Los secretos que se revelan gradualmente son interesantes, pero la resolución final, aunque inquietante, podría haberse desarrollado con mayor profundidad. La película no busca una explicación lógica, sino que se centra en la experiencia subjetiva de la protagonista, lo que puede resultar frustrante para quienes buscan respuestas claras.

A pesar de algunas deficiencias en la trama, “Abandoned” es una película que merece la pena ver para quienes aprecien el cine psicológico y la exploración de la oscuridad humana. Es una obra que invita a la reflexión y que permanece en la memoria mucho después de que los créditos finales hayan terminado de rodar.

Nota: 7/10