Abbott y Costello contra el Dr. Jekyll y Mr. Hyde (1953)

“Abbott y Costello contra el Dr. Jekyll y Mr. Hyde” es una película que, a primera vista, podría pasar inadvertida en la extensa filmografía de la pareja, pero que, en realidad, se revela como un ejemplo refrescantemente divertido y sorprendentemente inteligente del humor slapstick de la época. La película, lanzada en 1945, no busca la grandilocuencia de los thrillers de terror de su tiempo, sino que se aferra a un concepto simple – la complicación de un viaje de formación policial y la introducción accidental de un ingrediente peligroso – para construir una comedia que funciona con la química natural entre Bud Abbott y Lou Costello.

La dirección de Irving Pichel es funcional y mantiene el ritmo ágil. No se centra en elaborados planos o efectos especiales, sino en la captura de las interacciones cómicas entre los protagonistas. Se nota la importancia que se le da al diálogo y a las reacciones de los actores, elementos centrales del estilo de Abbott y Costello. La atmósfera londinense, aunque relativamente básica, se recrea con cierta autenticidad, principalmente a través de los vestuarios y los peinados de la época. Sin embargo, la película no intenta competir con la grandeza de las producciones de Hollywood más ambiciosas de la misma fecha, y su enfoque pragmático es precisamente lo que la hace tan agradable.

Las actuaciones de Abbott y Costello son, como siempre, excepcionales. Abbott, el cerebro del dúo, se limita a ser el observador sarcástico, mientras que Costello, con su habitual torpeza y entusiasmo, es el catalizador de la comedia. La dinámica entre ellos es perfecta: Abbott, a menudo frustrado por la incomprensión de Costello, y Costello, sin embargo, siempre encontrando una forma de complicar las cosas. La comedia nace de la simple observación y la reacción a las situaciones absurdas. El contraste entre la sobriedad de Abbott y la inoportunidad de Costello es la columna vertebral de la película y una fuente inagotable de humor.

El guion, aunque simple, es sorprendentemente ingenioso. La premisa de la jeringa y su efecto en el Dr. Jekyll es básica, pero se explota al máximo. Los intentos de los policías de entender lo que está sucediendo y de neutralizar la amenaza, a menudo a través de acciones torpes e improvisadas, generan situaciones hilarantes. La película evita el excesivo desarrollo de personajes secundarios, concentrándose en la trama central y en las interacciones entre Abbott y Costello. La incorporación del Dr. Jekyll, interpretado por Robert Woods, aunque no particularmente memorable, sirve como el motor del conflicto y proporciona un elemento de tensión, aunque siempre con un tono cómico. No es una obra maestra del guion, pero su sencillez es su fortaleza.

En definitiva, “Abbott y Costello contra el Dr. Jekyll y Mr. Hyde” es una comedia ligera y entretenida que se beneficia de la química innegable entre sus protagonistas. Es un ejemplo perfecto de cómo el humor slapstick puede ser efectivo y refrescante, incluso en un género tan prolífico como el cine de terror. La película es un testimonio del talento de Abbott y Costello y de su capacidad para transformar situaciones mundanas en momentos memorables de risa. No es un clásico, pero sí una divertida película que merece ser vista por cualquier fan del dúo.

Nota: 7/10