Abigail y la ciudad perdida (2019)

“Abigail y la ciudad perdida” es un ejercicio de fantasía urbana que, aunque no alcanza la maestría de algunos exponentes del género, logra ser una experiencia visualmente atractiva y con un ritmo narrativo que mantiene al espectador enganchado. La película se centra en Abigail, una joven que, impulsada por una profunda necesidad de respuesta y la pérdida de su padre, desafía las estrictas leyes de la ciudad, una urbe aislada y opaca que lleva décadas desconectada del mundo exterior. La premisa, de misterio y descubrimiento de poderes ocultos, es tentadora y se desarrolla de forma gradual, sin caer en la exageración o la complejidad innecesaria.

La dirección de J. Miller es cuidada, especialmente en la creación de la atmósfera de la ciudad. Los escenarios son sombríos y claustrofóbicos, reflejando la desesperación y el aislamiento de sus habitantes. Se observa un uso efectivo de la iluminación y la composición para generar tensión y crear una sensación de que algo siniestro se esconde bajo la superficie. Sin embargo, la dirección no siempre logra un equilibrio entre el misterio y la acción, a veces priorizando el ambiente por encima de la trama. No obstante, la película consigue transmitir un claro sentimiento de intriga y una sensación constante de que la realidad que conocemos es solo una fachada.

Las actuaciones son sólidas, con una particular destacación para la protagonista, interpretada por Maya Sterling. Su interpretación es convincente y transmite de forma efectiva el dolor, la determinación y la creciente incredulidad de Abigail. El resto del elenco cumple su cometido, aunque algunos personajes secundarios carecen de desarrollo y se quedan en meros vehículos para la trama. Sin embargo, la relación entre Abigail y un joven oficial de la ciudad, interpretado por Liam Hayes, aporta un elemento de interés romántico que ayuda a equilibrar el tono sombrío de la película.

El guion presenta algunas fallas. La construcción de la magia en la ciudad, aunque interesante, se explica de forma poco clara y a veces parece surgir de la nada. Además, la trama principal se complica innecesariamente con la introducción de personajes que, al final, no contribuyen significativamente a la historia. Se percibe una tendencia a la sobreexposición, con demasiados giros y revelaciones que, en lugar de sorprender, terminan desluciendo el impacto de los momentos más importantes. A pesar de estas debilidades, el guion mantiene el interés del espectador gracias al misterio central y a la evolución del personaje de Abigail, quien, a medida que descubre sus habilidades, se convierte en la figura que da sentido a la narrativa.

En definitiva, "Abigail y la ciudad perdida" es una película de fantasía con un potencial mayor no totalmente explotado. Es una propuesta visualmente atractiva con un ritmo moderado y actuaciones decentes, pero que sufre de un guion con algunos fallos y un exceso de complejidad. Es recomendable para los aficionados al género, especialmente aquellos que buscan una experiencia cinematográfica atmosférica y con cierto toque de misterio.

Nota: 6.5/10