Abismo (2020)

“Abismo” (Sinkhole, en su título original) no es una película que te entretenga a la manera tradicional. No busca el salto de adrenalina inmediato ni las explosiones espectaculares que suelen dominar el género de supervivencia en la naturaleza. En cambio, se construye lentamente, tejiendo una atmósfera de opresión, claustrofobia y una palpable sensación de inminente peligro. La película, dirigida por David Schlomowitz, no es un bombazo, sino una experiencia cinematográfica que se instala en la mente del espectador y se queda ahí, resonando mucho después de que los créditos finales hayan terminado de rodar.

La película se centra en la pareja de aventureros, Mark y Sarah, interpretados magistralmente por Joshua Burkett y Jordana Claire. Su relación, inicialmente presentada como un matrimonio fuerte y lleno de complicidad, se ve puesta a prueba cuando, impulsados por la necesidad de una aventura y una evidente búsqueda de validación personal, deciden explorar una cueva recién descubierta en un remoto bosque australiano. La dirección de Schlomowitz se basa en la lentitud, en el uso del sonido y la luz para generar tensión. Hay un juego constante con la oscuridad y el agua, elementos que simbolizan tanto la vulnerabilidad como la amenaza. El paisaje, vasto y salvaje, se convierte en un personaje más, un testigo silencioso de la tragedia que se avecina. Burkett y Claire ofrecen interpretaciones sutiles y convincentes. Su miedo, su desesperación, su lucha por la supervivencia, se transmiten a través de miradas, gestos y la manera en que interactúan entre ellos. No son héroes en el sentido convencional, sino personas comunes enfrentadas a una circunstancia extraordinaria y aterradora.

El guion, adaptado de un relato de Martin Grove, no es complejo en su trama, pero sí efectivo en su ejecución. La introducción de los amigos, quienes acompañan a la pareja, añade una capa de intriga y un elemento de conflicto interno. La decisión de explorar la cueva es, en parte, motivada por la búsqueda de la fama y el reconocimiento, lo que genera tensiones y dilemas morales. El guion logra, sin embargo, concentrarse en la dinámica entre los personajes y en la lucha por la supervivencia en sí misma. La inclusión de los cocodrilos, aunque obvia en la premisa, se desarrolla con un realismo inquietante. No se trata de una persecución constante y exagerada; la amenaza existe, latente, siempre presente en la oscuridad de la cueva. La película se centra más en la disrupción de la relación entre los protagonistas que en el espectáculo de la caza.

En definitiva, "Abismo" es una película inquietante, atmosférica y bien actuada que desafía al espectador a enfrentarse a sus propios miedos y a la fragilidad de la condición humana. No es un entretenimiento ligero, sino una experiencia cinematográfica que requiere atención y, quizás, una cierta predisposición para la tensión y el suspense psicológico. La dirección y la cinematografía son sólidas y el resultado es una película que se ancla en la memoria gracias a su sensación de claustrofobia y a la inquietante presencia de la naturaleza indómita.

Nota: 7/10