Absolument fabuleux (2001)

“Absolument fabuleux” no es simplemente una adaptación cinematográfica de la aclamada serie británica “Absolutely Fabulous”, es un despliegue visceral y deliciosamente caótico de la decadencia, la futilidad y la insaciable seducción femenina. Gabriel Aghion, el director, ha logrado trasladar fielmente el espíritu irreverente de la televisión a la gran pantalla, aunque con una mayor intensidad y un ritmo que, a veces, puede resultar un poco vertiginoso.

El corazón de la película reside en la química innegable entre Josiane Balasko y Nathalie Baye. Balasko, como Eddie, personifica la extravagancia desinhibida, la torpeza adorable y la amabilidad sorprendente que caracterizan al personaje. Su Eddie es un torbellino de lentejuelas, exageraciones y, sobre todo, una necesidad constante de ser el centro de atención. Baye, por su parte, interpreta a Patsy con una elegancia que contrasta con la exuberancia de Eddie, pero también con un aire de resignación a la locura que comparten. La relación entre ellas es la columna vertebral de la película, un lazo de complicidad construido sobre el placer compartido de la transgresión y la burla al mundo que les rodea.

La dirección de Aghion es notable por su capacidad para crear ambientes opulentes y grotescos al mismo tiempo. Las escenas en la mansión de la madre de Eddie son particularmente memorables, un retrato de la riqueza ostentosa y la hipocresía social. La fotografía, con una paleta de colores vibrantes y un uso abundante de lentejuelas, refleja perfectamente el universo de la película. Sin embargo, el ritmo narrativo, a veces, se siente un poco apresurado, lo que puede dificultar la conexión emocional con algunos personajes secundarios.

El guion, adaptado de la serie, se centra en la búsqueda de placer de Eddie y Patsy, que se manifiestan en una serie de situaciones cómicas y, a veces, perturbadoras. La película no se molesta en ofrecer una crítica social profunda, sino que se permite disfrutar de la propia locura de sus personajes. El humor es, en su mayoría, absurdo y visceral, pero también puede resultar un tanto ofensivo para algunos espectadores. La trama, aunque simple, funciona bien como catalizador para las extravagantes acciones de las protagonistas. La banda sonora, con canciones pop de los años 80 y 90, acentúa la atmósfera retro y festiva de la película.

A pesar de algunos momentos de ritmo irregular y un humor que puede no ser del gusto de todos, “Absolument fabuleux” es una película divertida, visualmente impactante y, sobre todo, una celebración de la libertad individual y la búsqueda del placer, sin importar las consecuencias. La película recuerda que la verdadera belleza reside en la autenticidad y en la capacidad de abrazar la propia locura.

Nota: 7/10