Acantilado rojo (2008)

“Acantilado Rojo” (Red Cliff), la épica película de John Woo, es un espectáculo visualmente deslumbrante y narrativamente ambicioso que, a pesar de sus virtudes, no alcanza la profundidad que promete. La película, ambientada en el corazón de China durante la Dinastía Han, entre el 208 y 209 d.C., se centra en la inminente batalla entre los ejércitos de Cao Cao y Liu Bei, dos figuras políticas y militares cruciales en la historia china. Woo, conocido por sus thrillers de acción con toques emocionales, transfiere su estilo a este drama histórico, y el resultado es una experiencia cinematográfica monumental, aunque no exenta de defectos.

La dirección de Woo es magistral en la construcción de la batalla. Las escenas de combate, especialmente la culminante, son frenéticas, espectaculares y llenas de dinamismo. El uso del agua, con maniobras naval que dan un aire de teatro de vodevil a la vez que son increíblemente realistas, es una de las mayores fortalezas de la película. Woo no se limita a mostrar la batalla; la siente, la experimenta a través del personaje de Liu Bei, quien observa impotente la destrucción y la desesperación. Sin embargo, el ritmo narrativo a veces es desigual. La película, al centrarse en la planificación de la batalla, puede sentirse algo lenta, especialmente para el espectador que espera un desarrollo más profundo de los personajes. Aunque Woo intenta humanizar a Cao Cao, la película lo presenta principalmente como un villano implacable, aunque con momentos de vulnerabilidad sutiles, lo que limita la exploración de sus motivaciones.

Las actuaciones son sobresalientes. Andy Lau, como Cao Cao, ofrece una interpretación intimidante, transmitiendo tanto la astucia como el poder de este personaje. Wallace Huo, en el papel de Liu Bei, logra imprimir una dignidad y una humanidad a este líder guerrero. La química entre Lau y Huo es palpable, y la tensión entre sus dos figuras se convierte en el corazón de la historia. Los hermanos de sangre de Liu Bei, Guan Yu y Zhang Fei, interpretados por Tony Leung y Joel Wang, respectivamente, son icónicos, combinando fuerza física con una lealtad inquebrantable. Su presencia refuerza la idea de que el coraje y la devoción son las verdaderas virtudes de la película. La película está repleta de actores secundarios igualmente convincentes, dotando a la recreación de la época con gran detalle.

El guion, adaptado de un romance histórico, es, en gran medida, sólido, pero carece de la profundidad psicológica que podría haber elevado la narrativa. Aunque la película recrea con precisión la atmósfera de la época, el desarrollo de los personajes secundarios es esquivo. La complejidad política del periodo y los motivos ocultos detrás de las acciones de Cao Cao se tocan, pero no se explican con suficiente detalle. La película, en su búsqueda de la escala épica, sacrifica, en cierta medida, la sutileza y el matiz. No obstante, la banda sonora, a cargo de Huang Yuhua, es un elemento fundamental que intensifica las emociones y el drama de la película, convirtiéndose en una extensión vital de la narrativa visual.

Nota: 8/10