“Acción Mutante” es una película que, a pesar de sus ambiciones, no logra alcanzar la grandilocuencia que parece aspirar. El thriller español de 2012, ambientada en el esplendoroso paisaje de Bilbao, se presenta como un relato de terror moderno, buscando explorar la tensión entre la desigualdad social y la violencia extrema. Sin embargo, la película se ve lastrada por una ejecución que, si bien mantiene cierta intensidad, carece de la profundidad y la originalidad que el género exige.
La dirección de Juan Ángel Ciarco y Miguel Ángel Ferreras es funcional, logrando construir una atmósfera de inquietud y misterio. La elección de Bilbao como escenario es acertada, ya que el contraste entre la riqueza ostentosa de la alta sociedad y las sombras que acechan en sus periferias proporciona un contexto visualmente rico y sugestivo. La película se beneficia de una fotografía cuidada que resalta la belleza del entorno pero también utiliza la penumbra y los ángulos oblicuos para crear una sensación constante de peligro inminente. No obstante, la dirección no ofrece grandes revoluciones narrativas ni estilísticas, limitándose a seguir una senda predecible y sin demasiadas sorpresas.
El reparto, encabezado por un Javier Godino que interpreta a Ramón, el despiadado líder de la banda terrorista, cumple con las expectativas. Godino ofrece una actuación convincente como un villano carismático y amenazador, dotándole de una complejidad psicológica que va más allá de la mera maldad. Los demás actores, como Patricia Sanz, interpretando a una policía local con su propia agenda, aportan personajes sólidos, aunque no siempre se les da el espacio necesario para desarrollar su arco argumental. La química entre Godino y Sanz genera momentos de tensión interesantes, pero a veces se ve eclipsada por el ritmo lento de la película.
El guion es, sin duda, el punto más débil de “Acción Mutante”. La trama, basada en la venganza de una banda de mutantes contra los ricos, es un concepto interesante, pero la ejecución resulta plana y carente de originalidad. Los diálogos son poco memorables y la resolución final es abrupta y poco satisfactoria. Se recurre a clichés del género y a soluciones fáciles, lo que resta credibilidad a la historia. La película no profundiza en las motivaciones de los personajes mutantes ni explora las consecuencias sociales de sus actos, limitándose a presentar un conflicto bélico estilizado. Se podría haber aprovechado la premisa original para desarrollar temas más relevantes, como la justicia social, la manipulación mediática o la pérdida de la humanidad. En definitiva, el guion se queda en la superficie, ofreciendo una experiencia de entretenimiento superficial.
A pesar de sus fallos, “Acción Mutante” cuenta con momentos de tensión y una estética visualmente agradable. Sin embargo, la mediocridad del guion y la falta de originalidad impiden que la película alcance su potencial. Se trata de un thriller español que se queda a medio camino entre el género y la promesa, sin dejar una huella duradera en la memoria del espectador.
Nota: 5/10