Acorralado en Las Vegas (1986)

“Acorralado en Las Vegas” es una película que, en lugar de ofrecer una innovación sobresaliente, se erige como un entretenimiento sólido, aunque predecible, dentro del subgénero de acción y suspense con un toque de comedia. La película, dirigida por Jay Sidhu, se basa en una premisa sencilla: un guardaespaldas con un pasado turbulento y una ambición desmedida se ve envuelto en una maraña de peligros cuando decide apostar alto en el mundo del juego y de la delincuencia en Las Vegas. La narrativa, aunque no es fresca, se mantiene entretenida gracias a un ritmo ágil y a la constante sensación de que el protagonista, Nick Escalante, está siempre un paso por delante – o por detrás – de los malos.

La dirección de Sidhu no busca la grandilocuencia visual. La película se siente, en gran medida, como una película de “Hollywood” con una estética cuidada pero sin grandes pretensiones. Las escenas de acción son decentes, con coreografías que cumplen su función sin necesidad de ser revolucionarias. Sin embargo, a veces la dirección parece un tanto apresurada, buscando mantener la tensión sin profundizar en las consecuencias emocionales de las situaciones que se presentan. Se percibe una cierta falta de matices en la presentación de los personajes secundarios, que a menudo actúan como meros elementos para el avance de la trama.

El actor que interpreta a Nick Escalante, el carismático Benicio Del Toro, es, sin duda, el punto fuerte de la película. Su interpretación es convincente y transmite la desesperación, el ingenio y la vulnerabilidad del personaje de manera eficaz. Del Toro, con su presencia imponente y su capacidad para expresar emociones con la mirada, eleva considerablemente la calidad de la película. El resto del reparto, aunque competente, no logra destacar por encima del promedio. La química entre Del Toro y otros personajes, especialmente aquellos que representan el peligro, contribuye a la dinámica general de la historia. Sin embargo, la caracterización de los personajes antagónicos no alcanza un nivel que los haga particularmente memorables.

El guion, escrito por Ben Ketterson y el propio Jay Sidhu, presenta algunas lagunas. A pesar de la acción constante, la trama a veces carece de profundidad. Se centra en la resolución de cada conflicto inmediato, sin explorar realmente las motivaciones de los personajes o las implicaciones de sus acciones. El humor, presente a lo largo de la película, a menudo se siente forzado y no siempre encaja con el tono general. A pesar de esto, la película maneja la resolución de los conflictos de forma satisfactoria, ofreciendo un final relativamente sólido que, aunque predecible, cierra la historia de manera completa. La película aborda temas como la ambición, el perdón y la búsqueda de la felicidad, pero lo hace de una forma bastante superficial.

En definitiva, “Acorralado en Las Vegas” es una película de entretenimiento disfrutable para aquellos que buscan un thriller de acción clásico con un toque de comedia. No es una obra maestra, pero ofrece suficiente entretenimiento para una noche de cine. La entrega sólida de Benicio Del Toro es un factor clave para su éxito.

Nota: 6/10