Adèle y el misterio de la momia (2010)

“Adèle y el misterio de la momia” es una joya visualmente deslumbrante y narrativamente cautivadora, una película que se adentra en un territorio poco explorado del cine de aventura. Dirigida con maestría por Xavier Dolan, la película no se limita a ser una adaptación literal del cómic de Jacques Tardi; es más bien una re-interpretación poética y sofisticada que explora temas de deseo, obsesión y la relación entre la belleza y el horror. Dolan, conocido por sus obras ambiciosas y su estilo particular, demuestra aquí una notable habilidad para fusionar la estética del cine negro clásico con elementos de la historia y la arqueología, creando una experiencia cinematográfica única y profundamente inmersiva.

El guion, adaptado por Dolan y Jean-Marie Villers, es una de las mayores fortalezas de la película. Evita caer en clichés del género de aventura y se centra en el viaje psicológico de Adèle Blanc-Sec, interpretada con una intensidad y vulnerabilidad sorprendente por Sofia Boutella. Boutella no solo posee una presencia física imponente, sino que consigue transmitir la contradicción interna de su personaje: una mujer moderna y audaz, que se ve atraída por lo prohibido, lo antiguo y lo macabro. La química entre Boutella y Leslie Mann, que interpreta a una coleccionista de artefactos excéntrica y con quien Adèle forma una alianza improbable, es genuina y divertida, añadiendo una capa de humor negro a la trama principal. La película también ofrece momentos de genuina tensión y suspense, impulsados por la amenaza constante de las momias y el pterodáctilo, que se revela como un ser formidable y misterioso.

La dirección de Dolan es magistral. La película se distingue por su paleta de colores rica y saturada, que evoca la atmósfera de los años 20 y a la vez sugiere la corrupción y el decadencia de la época. El uso de la luz y la sombra es especialmente efectivo, creando imágenes visualmente impactantes que se quedan grabadas en la memoria. La fotografía de Éric Charbonneau es espectacular, y las escenas de acción, aunque no son el foco principal, se ejecutan con una elegancia y un dinamismo que contrastan con la solemnidad del resto de la película. Dolan se permite tomarse su tiempo para construir la atmósfera y explorar los personajes, lo que da como resultado una experiencia cinematográfica más densa y reflexiva.

En definitiva, "Adèle y el misterio de la momia" es una película que desafía las convenciones del género de aventuras y ofrece una experiencia cinematográfica original y memorable. Es una película para aquellos que buscan algo más que un simple entretenimiento, una película que invita a la reflexión sobre la naturaleza del deseo, la fascinación por lo desconocido y la relación entre la belleza y el horror. Es una obra valiente, visualmente impactante y que demuestra la versatilidad de Xavier Dolan como director.

Nota: 8.5/10