After: Aquí acaba todo (2023)

‘After: Aquí acaba todo’ no es precisamente una obra maestra del cine, pero tampoco una completa decepción. La saga ‘After’ ha cultivado una base de fans ferviente que, en gran medida, encuentra satisfacción en la repetición de los mismos temas y en las intensas, aunque a veces superficiales, relaciones amorosas que alimentan la historia. La película se sumerge en el clásico triángulo amoroso con una intensidad que, si bien puede resultar atractiva para algunos, se siente predecible y, en ocasiones, forzada.

La dirección de Steven Bowhay es competente, sin llegar a ser innovadora. Logra crear una atmósfera melancólica y romántica, aprovechando al máximo los paisajes de Portugal. Sin embargo, la estética, aunque cuidada en la fotografía y la música, acaba siendo demasiado convencional para una historia que busca atraer a un público joven. Hay una búsqueda constante por lo visualmente atractivo, a menudo a costa de la profundidad emocional. La dirección, por lo tanto, se mantiene en un nivel seguro, sin arriesgar demasiado.

Las actuaciones son un punto fuerte indiscutible. Dylan Sprouse, como Hardin, ha madurado en su interpretación, mostrando una mayor complejidad a su personaje. Ya no es simplemente el chico malo arrogante y egocéntrico del primer filme; hay un sutil matiz de vulnerabilidad que resulta interesante. Zoey Deutch, por su parte, como Tessa, mantiene su carisma y su sinceridad, aunque su personaje, en su búsqueda de la autoaceptación, a veces se siente un poco unidimensional. El elenco secundario, con rostros conocidos como Sofia Black-D’Angelo y Luke Austen, cumple su función sin destacar particularmente.

El guion, sin embargo, es donde la película realmente floja. La trama se centra en la búsqueda de Hardin de un escape emocional, y en su intento de recuperar a Tessa, pero carece de profundidad. Los diálogos suelen ser clichés y las situaciones, previsibles. La resolución del conflicto central, el intento de reconciliación, se siente apresurada y poco convincente. La película se aferra a la fórmula romántica, sin explorar las complejidades de las relaciones o las motivaciones de los personajes de forma significativa. A pesar de las promesas de crecimiento personal de Hardin, el cambio que experimenta al final es mínimo y superficial. El guion, en definitiva, parece estar más preocupado por mantener el ritmo de la historia que por ofrecer una narrativa sólida.

‘After: Aquí acaba todo’ es, en resumen, una película ligera y entretenida, ideal para una noche de cine con amigos o para aquellos que disfrutan del género romántico. No obstante, su falta de originalidad y su guion superficial impiden que alcance un nivel superior. Su valor reside más en su capacidad para alimentar la pasión del público por la saga que en la calidad de su ejecución.

Nota: 6/10