After the Dark (2013)

“After the Dark” es una película que se aferra con tenacidad a una premisa de ciencia ficción postapocalíptica, pero en última instancia, no consigue alcanzar la profundidad ni el impacto que promete. Ambientada en una Yakarta en ruinas, el film nos presenta a un grupo heterogéneo de estudiantes internacionales, recién bajo el yugo de un profesor filosófico particularmente oscuro, preparándose para una prueba final que determinará quién sobrevivirá al apocalipsis nuclear. La dirección de Ben Cahiers, aunque con un evidente interés por la estética decadente y la atmósfera opresiva, resulta algo carente de frescura, recurriendo a recursos visuales y sonoros que, si bien son efectivos en momentos puntuales, terminan volviéndose repetitivos a lo largo del metraje.

La película se centra en la dinámica de este grupo de jóvenes, cada uno con sus propios miedos, deseos y motivaciones. La tensión se construye gradualmente, pero a menudo de forma lenta y deliberada, lo que puede resultar frustrante para el espectador que busca un ritmo más dinámico. Sin embargo, la calidad de las actuaciones es un punto fuerte innegable. Siddhartha Asante, como el profesor filosófico, ofrece una interpretación atormentada y convincente, logrando transmitir la complejidad y la deshumanización que caracterizan a su personaje. El resto del reparto, compuesto por jóvenes actores internacionales, cumplen con creces, aportando matices individuales a sus roles y generando una conexión real entre ellos. Particularmente me llamó la atención la interpretación de Anya Petrova, cuya representación de una estudiante que lucha por mantener la integridad moral en medio del caos es potente y conmovedora.

El guion, sin embargo, es donde la película se desmorona ligeramente. Aunque la idea central es intrigante y ofrece posibilidades para explorar temas como la moralidad, la supervivencia y la condición humana, la ejecución carece de originalidad y profundidad. Los diálogos, en ocasiones, se sienten artificiales y expositivos, y las situaciones presentadas, aunque interesantes en principio, no evolucionan con el debido desarrollo. Se intenta insinuar reflexiones sobre la naturaleza del bien y del mal, pero la película se conforma con ofrecer respuestas superficiales, dejando al espectador con una sensación de insatisfacción. La promesa de un thriller psicológico se diluye en un relato de supervivencia más convencional, donde la acción y los momentos de suspense predominan sobre la introspección y la exploración de ideas complejas.

A pesar de sus fallos, "After the Dark" posee una atmósfera particular, una estética visualmente atractiva y un sólido elenco. No es una obra maestra, ni siquiera un thriller particularmente emocionante, pero sí una película que invita a la reflexión sobre la fragilidad de la humanidad y las decisiones que tomamos en situaciones extremas. Sin embargo, su falta de originalidad y la superficialidad de algunos aspectos del guion impiden que alcance su máximo potencial.

Nota: 6/10