AGGRO DR1FT (2024)

“Aggro Drift” no es una película para todo el mundo, y eso es precisamente lo que la hace tan fascinante. Más que un thriller de acción, es una inmersión total en un estado mental perturbado, un ejercicio estilístico audaz que desafía las convenciones del género y pone a prueba la paciencia del espectador. La decisión de filmar por completo con lentes térmicas no es un simple truco visual, sino una herramienta narrativa fundamental. Transforma el entorno urbano de Miami en un paisaje onírico y amenazante, donde las sombras se alargan, los colores se distorsionan y la percepción de la realidad se vuelve errática. Esto crea una atmósfera visceral que te envuelve y te mantiene en un estado constante de alerta.

La dirección de Andrés Midulla es excepcional, una combinación de inteligencia y una clara voluntad de romper tabúes. No se limita a mostrar la violencia, la explora desde una perspectiva fría e impersonal, casi documental. La técnica de la cámara, junto con la banda sonora electrónica que recuerda a Vangelis y a algunos aspectos del sonido de Aphex Twin, contribuyen a generar un efecto de disonancia que perturba el espectador. Hay momentos de pura tensión donde la ausencia de sonido visual y auditivo se convierte en la mayor amenaza. Es una película que se disfruta más con la mente abierta, preparada para perderse en su particular visión del mundo.

Las actuaciones de Travis Scott y Imani Lewis son cruciales para el éxito de la película. Scott, que además es productor musical, aporta una presencia imponente y un aura de misterio que se complementa a la perfección con el personaje de Jordi Mollà. Su interpretación es sutil, evitando caer en clichés del género. Lewis, por su parte, demuestra una gran madurez y convicción al interpretar a una mujer atrapada en una red de peligro. La química entre los dos actores es palpable, y su relación es el núcleo emocional de una historia que, paradójicamente, está más centrada en la lógica implacable de la supervivencia.

El guion, aunque a veces lento, es inteligente y complejo. La trama se desarrolla a través de giros inesperados que obligan al espectador a reevaluar sus propias interpretaciones. La película juega con la ambigüedad moral, presentándonos personajes que no son ni completamente buenos ni completamente malos. La película no ofrece respuestas fáciles, sino que invita a reflexionar sobre la naturaleza de la violencia, la pérdida de identidad y la fragilidad de la condición humana. Es un thriller psicológico con una fuerte carga visual y sonora, que a pesar de su oscuridad y su ritmo pausado, logra mantener la atención del espectador hasta el final.

“Aggro Drift” es una experiencia cinematográfica única y perturbadora, que desafía el espectador a cuestionar sus propias percepciones. No es una película para espectadores que buscan entretenimiento superficial, sino para aquellos que buscan una película que les deje pensando durante días después de verla. Su estética visual y sonora es innovadora y su trama, aunque compleja, es cautivadora. Es un triunfo para el director y un experimento audaz que, aunque no para todos, merece ser visto.

Nota: 8/10