Air Bud: El fichaje de la liga (1998)

“Air Bud: El fichaje de la liga” no es una obra maestra cinematográfica, ni tampoco pretende serlo. Sin embargo, esta película de Disney tiene un encanto que, en un momento de desconexión, puede resultar bastante agradable, especialmente para un público infantil y familiar. La película se ancla en la premisa conocida de la franquicia, pero esta vez se aventura en el mundo del fútbol americano, un cambio de escenario que, aunque no aporta una gran innovación narrativa, sí permite explorar nuevas dinámicas y, en última instancia, fortalecer la relación entre Josh y Buddy.

La dirección de Kevin Hand es funcional y sencilla. No se preocupa por la complejidad visual ni por la experimentación estilística. En cambio, se centra en mantener el ritmo narrativo ágil y en presentar las escenas de acción con un dinamismo que, para ser sincero, se echa de menos una mayor planificación. Hay momentos, especialmente en las escenas de fútbol americano, donde se aprecia una cierta falta de naturalidad, como si las acciones de Buddy, a pesar de su aparente instinto, se hubieran planificado con demasiada meticulosidad. No obstante, esto no resta valor al entretenimiento que ofrece la película.

El núcleo de la película reside en la actuación de la dupla formada por Mac Barnett y Buddy, el Golden Retriever. Barnett, como Josh, transmite una vulnerabilidad y un cariño genuinos hacia Buddy, elementos que impulsan la empatía del espectador. La química entre ambos es palpable, y es evidente que la película se beneficia de la relación real entre el actor y el perro. Buddy, como siempre, es el verdadero protagonista. Sus habilidades atléticas son, sin duda, impresionantes, y su capacidad para aprender y adaptarse a nuevos deportes es digna de admiración. Aunque el guion es bastante predecible, la actuación de Buddy es lo suficientemente convincente como para que el público se enganche a sus aventuras.

La trama, como es habitual en las películas de "Air Bud", se basa en la superación personal y el trabajo en equipo. La amenaza de los villanos rusos, los dueños del circo, añade un elemento de suspense, aunque no se desarrolla de la manera más elaborada posible. La motivación de estos personajes, la búsqueda del perro para convertirlo en una atracción, resulta un tanto simplista, y la resolución del conflicto no es especialmente original. Sin embargo, el mensaje central de la película – la importancia de la perseverancia, el apoyo mutuo y el amor incondicional – es válido y, en cierto modo, inspirador. La película utiliza el deporte como una metáfora accesible para transmitir valores positivos, algo que es siempre bienvenido.

En definitiva, "Air Bud: El fichaje de la liga" es un entretenimiento ligero y familiar, ideal para una noche de cine en casa. No destaca por su originalidad o profundidad, pero sí por su capacidad para conectar con el público infantil y para mostrar el increíble talento de Buddy. Es un producto accesible que cumple su función principal: ofrecer una historia entretenida y positiva.

Nota: 6/10