Airbag (1997)

“Airbag” es una película que se presenta como un thriller con elementos de comedia negra, pero en realidad se revela como una pequeña pero inquietante disección de la frivolidad y la decadencia moral de una élite que se cree intocable. Dirigida con un estilo visual elegante y casi glacial por Daniel López de Ayala, la película no busca espectacularismos ni giros argumentales retorcidos; su fuerza reside en la construcción de personajes y en la atmósfera opresiva que genera desde el primer fotograma. El director opta por una paleta de colores apagados y una cinematografía que refleja la superficialidad del mundo que describe, utilizando la luz y la sombra para sugerir la oscuridad que se esconde bajo la brillante fachada.

La película sigue a Juanjo, interpretado con una torpeza encantadora por Jon Nun, un hombre de negocios con todas las de la ley pero con un núcleo de egoísmo y falta de escrúpulos. Nun consigue transmitir esa dualidad con una actuación sutil pero efectiva, mostrando la vulnerabilidad y el vacío que motiva las acciones del personaje. Sus compañeros de fiesta, Pako (Eulalio González) y Konradín (Hontxo García), complementan su retrato, aportando un toque de humor negro y una visión distorsionada de la moral. La dinámica entre ellos es hilarante y perturbadora a la vez, evidenciando la superficialidad de sus relaciones y su incapacidad para conectar genuinamente con el mundo que les rodea.

El guion, adaptado de una novela de Paco Ignacio Taibo II, no presume de complejidad narrativa. La trama, centrada en la búsqueda del anillo perdido, sirve como vehículo para explorar las consecuencias de las decisiones erróneas y la corrupción inherente a su clase social. La historia se mueve con una lentitud deliberada, permitiendo al espectador absorber la atmósfera y reflexionar sobre los motivos que impulsan a los personajes. Sin embargo, esta lentitud podría resultar tediosa para algunos, y el ritmo, a pesar del buen trabajo del guionista en la descripción de los escenarios y personajes, podría sentirse irregular en ciertos momentos. La película logra generar tensión no a través de sustos repentinos, sino a través de la exposición de las verdaderas intenciones de los personajes y la descripción de las consecuencias de sus actos.

A pesar de sus posibles debilidades en cuanto al ritmo, "Airbag" es una película que deja una huella. Su crítica a la clase alta, aunque no excesivamente original, es presentada con un cinismo mordaz. La banda sonora, minimalista y electrónica, refuerza la sensación de incomodidad y desasosiego que impregna la narrativa. Es una película que no ofrece soluciones ni respuestas fáciles, sino que invita al espectador a cuestionar los valores y las prioridades de una sociedad obsesionada con el éxito y la apariencia. Es una pequeña joya de la comedia negra con un mensaje contundente y una estética cuidada.

Nota: 7/10