Ajuste de cuentas (2001)

“Ajuste de cuentas” (Payback) es una película de acción neo-noir que se mueve con la energía cruda y desgarbada de un western moderno. Dirigida con soltura por George Tillman Jr., la película no intenta ser un complejo drama criminal, sino que se centra en la adrenalina, el ritmo frenético y la satisfacción de la venganza. Tillman sabe cómo construir una tensión palpable desde los primeros minutos, empleando una puesta en escena dinámica y efectos visuales que, aunque no son innovadores, cumplen su función: sumergir al espectador en el caos y la violencia del conflicto.

La película no se centra en el trasfondo de las familias mafiosas o en la historia de cada personaje. La trama se desarrolla de forma directa, impulsada por la necesidad de recuperar el dinero que Pepper, la hija más joven, ha entregado siguiendo las órdenes de su padre. Es un esquema narrativo simple, pero Tillman lo ejecuta con maestría, utilizando el contexto rural de Montana como un escenario perfecto para la confrontación. La película se beneficia enormemente de un ambiente visual contrastante: la belleza agreste de las montañas de Montana se ve constantemente perturbada por los tiroteos, los persecuciones y las explosiones, creando una atmósfera única y memorable.

El reparto es sólido, y las actuaciones son generalmente convincentes. Dolph Lundgren aporta su habitual presencia imponente, aunque su personaje, Diesel, no es particularmente profundo. Sin embargo, es Mark Wahlberg quien se lleva la película con una interpretación que oscila entre el carismático y el despiadado. Anthony Michael Hall, en el papel del sheriff corrupto, ofrece una actuación correcta, aunque carente de matices. La química entre Wahlberg y Lundgren es uno de los puntos fuertes de la película, generando un dinámico juego de rivalidad y colaboración. John Malkovich, como siempre, aporta un toque particular con su rol de mentor, añadiendo un elemento de humor negro a la trama.

El guion, en gran medida, es funcional, aunque recurre a clichés del género. Las escenas de acción son espectaculares y bien coreografiadas, pero a veces su abundancia puede resultar algo exagerada. Sin embargo, la película logra mantener el interés gracias a su ritmo trepidante y a la constante amenaza de violencia. No se hace un gran esfuerzo por explorar las consecuencias de la violencia o por desarrollar personajes complejos; la película se permite ser un entretenimiento puro, una explosión de acción sin pretensiones. La trama, aunque predecible, está servida con una estética visual atractiva y un alto nivel de energía, lo que resulta en una experiencia cinematográfica satisfactoria para los amantes del género.

Nota: 6/10