Al agua gambas (2019)

“Al agua gambas” es una comedia refrescante y, lo confieso, inesperadamente conmovedora. La película, dirigida con un humor agudo y una naturalidad que recuerdan a las mejores comedias francesas de los años 80, se centra en Matthias Le Goff, un ex-campeón olímpico de waterpolo que, tras un incidente homófobo, se ve forzado a dirigir a un equipo peculiar: “Los gambas purpurina”, un equipo de waterpolo compuesto exclusivamente por hombres homosexuales, obsesionados con la diversión y con una perspectiva del deporte bastante relajada. La premisa, en sí misma, es atractiva, pero lo que realmente distingue a la película es la forma en que la desarrolla.

La dirección de Benjamin Masson es impecable, logrando un equilibrio perfecto entre la comedia slapstick y momentos de genuina emoción. No se toma la diversidad como un mero recurso para la chistosa, sino que la utiliza como un catalizador para explorar temas como la aceptación, la identidad y la superación de prejuicios. El ritmo de la película es impecable, avanzando a un compás natural que permite al espectador conectar con los personajes y sumergirse en su mundo. La ambientación, cálida y luminosa, evoca la atmósfera veraniega de la Riviera Francesa, intensificando la sensación de despreocupación y disfrute.

La actuación de Nicolas Gob es, sin duda, el corazón de la película. Gob ofrece una interpretación matizada y convincente, transmitiendo la evolución del personaje de Matthias, desde su inicial rechazo a la diversidad hasta su eventual aceptación y admiración por los “gambas”. El resto del elenco secundario, incluyendo a los miembros del equipo “gambas purpurina”, es igualmente sólido, aportando toques de humor y carisma que enriquecen la narrativa. Se nota que el trabajo de casting es excelente, y cada actor ha sido seleccionado con un criterio muy preciso.

El guion, coescrito por Benjamin Masson y Jean-Paul Rouzeneuve, destaca por su inteligencia y su capacidad de abordar temas complejos con sensibilidad y humor. Evita caer en clichés y estereotipos, presentando personajes realistas y con motivaciones comprensibles. La trama, aunque aparentemente sencilla, se complica sutilmente a medida que avanza, ofreciendo giros inesperados y revelaciones emocionales. La película explora con sutileza la presión competitiva del deporte, la importancia de la amistad y la necesidad de dejar atrás el orgullo y los prejuicios. Es una película que te hace reír y pensar al mismo tiempo.

“Al agua gambas” no es solo una comedia ligera; es un retrato cálido y sincero de la diversidad y del poder del espíritu humano. Una película que celebra la amistad, la aceptación y el derecho a ser uno mismo, sin importar las circunstancias. Es un film que te acompañará con una sonrisa en la cara y una reflexión en el corazón.

Nota: 8/10