Algo pasa en Las Vegas (2008)

“Algo pasa en Las Vegas” es una comedia de enredo que, a pesar de sus evidentes influencias de clásicos como “El gran golpe” de Billy Wilder y “La fierecilla domada”, logra resultar sorprendentemente entretenida y, en algunos momentos, hasta reveladora. La película, dirigida por Rob McKittrick, se aleja de la mera sucesión de gags y se sumerge, aunque superficialmente, en la exploración de la soledad, la búsqueda de identidad y la fragilidad de las relaciones humanas.

La trama, aunque predecible, funciona gracias a una sólida puesta en escena y a la química entre sus dos protagonistas, Robert Downey Jr. y Mischa Barton. Downey Jr., como Jack Fuller, encarna a la perfección el espíritu de la época, un hombre desaliñado, desencantado y con una profunda necesidad de escapar de su realidad. Su interpretación es convincente, dotando al personaje de una mezcla de arrogancia, vulnerabilidad y desesperación que lo hacen irresistible. Barton, por su parte, ofrece una interpretación sólida como Joy, una mujer con una fachada de independencia y superficialidad que oculta un corazón roto. Aunque su personaje puede resultar a veces un poco estereotípico, la actriz logra transmitir la complejidad de su personaje, mostrando momentos de fragilidad y determinación.

El guion, escrito por Mark Fergus y Cormac McCarthy, se apoya en diálogos ingeniosos y situaciones cómicas que, sin ser particularmente innovadoras, son efectivas para mantener al espectador enganchado. La película se beneficia enormemente de la ambientación, con Las Vegas como telón de fondo y escenario de la locura. Los planos de la ciudad, con su brillo artificial, sus casinos opulentos y su atmósfera de hedonismo, son un festín para los ojos y contribuyen a crear la atmósfera general de la película. Sin embargo, el guion, en ocasiones, se pierde en la cantidad de personajes secundarios, algunos de los cuales carecen de profundidad y solo sirven para añadir más confusión a la trama.

Dicho esto, la película no se limita a ser una comedia de enredos. En momentos, la película se adentra en reflexiones sobre la soledad, la búsqueda de la felicidad y las consecuencias de las decisiones impulsivas. La escena del matrimonio improvisado, forzado por la situación y la embriaguez, y el posterior intento de fraude, resuenan más allá del puro entretenimiento, ofreciendo un breve, pero tangible, análisis sobre la naturaleza del amor y la ambición. La dirección de McKittrick es competente, aunque no destaca particularmente, logrando mantener el ritmo de la película y aprovechar al máximo el potencial de sus actores. El uso de la música, con canciones clásicas de la época, refuerza la ambientación y el tono de la película.

En definitiva, "Algo pasa en Las Vegas" es una comedia de enredo agradable y entretenida que, gracias a las actuaciones de Robert Downey Jr. y Mischa Barton, y a su evocadora ambientación, consigue superar, en parte, su premisa inicial. No es una obra maestra, pero sí una película que vale la pena ver si se busca una distracción ligera y divertida.

Nota: 7/10