Alibi.com, agencia de engaños (2017)

“Alibi.com, agencia de engaños” es una propuesta intrigante y, en última instancia, algo frustrante. La película, dirigida con un pulso visual que recuerda a neo-noir, se adentra en un mundo donde la mentira se comercializa como un servicio, y ese elemento central, la idea de crear alibis a demanda, tiene un potencial narrativo considerable que, lamentablemente, no se explora plenamente. La dirección de Samuel Le Perrer es correcta, empleando sombras y ángulos de cámara que generan una atmósfera de suspense constante, aunque a veces se vuelve un tanto recelosa, casi como si temiera arriesgarse demasiado a la hora de revelar las motivaciones de los personajes. La fotografía, con una paleta de colores apagados y toques vibrantes en los detalles, contribuye de manera efectiva a la sensación de un mundo corrompido y moralmente ambiguo.

El reparto es sólido, con un Benjamin Foupa Kamp como Greg, el fundador de Alibi.com, transmitiendo un aire de ambición calculada y una desconexión emocional palpable. Su personaje, un hombre que ha construido su vida sobre la mentira, es fascinante pero, en el fondo, carece de profundidad. Augustin, interpretado por Cédric Le Guyader, proporciona el contrapunto cómico y la dosis de irreverencia necesaria, aunque a veces su personaje se siente un poco plano, relegado a un papel secundario que no logra desarrollar todo su potencial. Sin embargo, la actuación de Emma Drogunova como Flo, la joven que odia a los hombres que mienten, es la verdadera joya de la película. Su interpretación es seca, inteligente y llena de matices, aportando una voz disidente y una mirada crítica a la moralidad de los personajes masculinos. Flo no es simplemente una antagonista; es una conciencia que se interpone en el camino de los demás, obligándolos a confrontar las consecuencias de sus actos.

El guion, escrito por Samuel Le Perrer y Matthieu Bazulic, se centra en la complejidad de las relaciones humanas y en la dificultad de determinar la verdad en un mundo donde la realidad es maleable. La trama avanza a un ritmo mediano, con momentos de tensión genuina y otros que se sienten algo apresurados. Si bien se exploran las implicaciones éticas de la creación de alibis, la película no se atreve a abordar las profundidades del tema. Los personajes, a pesar de sus motivaciones aparentes, a menudo actúan de manera precipitada, lo que debilita el impacto emocional de ciertas escenas. El clímax, aunque visualmente interesante, resulta un poco abrupto y carece del impacto que podría haber tenido con un desarrollo más meticuloso.

En definitiva, “Alibi.com, agencia de engaños” es una película que ofrece una premisa original y un ambiente visualmente atractivo, pero que se queda corta en su ejecución. Es una pequeña joya con algunos momentos brillantes, pero que podría haber alcanzado un mayor nivel de excelencia con una mayor profundidad en la caracterización y un desarrollo narrativo más cuidadoso. No es un desastre, pero tampoco es una obra maestra. Es un entretenimiento interesante que invita a la reflexión sobre la naturaleza de la verdad y la fragilidad de la confianza.

Nota: 6/10