Alien Resurrección (1997)

“Alien: Resurrección” es un ejercicio de nostalgia bien intencionado, pero que, lamentablemente, resulta ser una experiencia decepcionante para aquellos que anhelan una extensión creíble y satisfactoria de la saga original. La película, dirigida por Dan Trachtenberg, no solo intenta recuperar la atmósfera claustrofóbica y el terror visceral que definió a “Alien” en su época, sino que además se propone explorar las profundidades psicológicas del personaje de Ripley, pero en última instancia, no logra consolidar ninguno de estos objetivos.

La premisa, que involucra la clonación de Ellen Ripley dos siglos después de sus encuentros con el xenomorfo, es inherentemente intrigante. Sin embargo, el guion se centra demasiado en la resolución de un misterio predecible y, francamente, poco inspirador. La mecánica de la clonación se introduce abruptamente y no se profundiza lo suficiente para justificar las alteraciones psicológicas que Ripley experimenta. El ritmo es lento y deliberadamente pausado, con escenas que se prolongan innecesariamente, lo que contribuye a la sensación de incomodidad que la película busca generar, pero también a su tedio. El terror, en su mayoría, se basa en la anticipación y en el uso del sonido, elementos que funcionan ocasionalmente, pero que no logran rivalizar con la tensión y el horror de las películas originales.

La película, en gran medida, depende de las actuaciones de sus protagonistas. Chloe Grace Moretz como Ava, la clonación de Ripley, ofrece una interpretación sólida y convincente. Su alienación, su confusión y su miedo son palpables. Austin Amstrong, por su parte, brilla como el personaje de Hicks, aportando una dosis de pragmatismo y vitalidad al equipo. Sin embargo, el manejo del personaje de Ripley, interpretado por Natalie Portman, resulta problemático. Si bien Portman entrega un desempeño respetable, la película no explora su trauma de manera satisfactoria ni le otorga un arco narrativo que justifique sus cambios. Se siente como si Portman estuviera interpretando a Ripley con la menor resistencia posible, lo que resta peso a las decisiones y acciones que la clonación le impone.

Desde un punto de vista técnico, “Alien: Resurrección” es competente. La cinematografía es oscura y opresiva, evocando la atmósfera de las películas originales, y el diseño de producción es impecable. El diseño del xenomorfo, aunque no particularmente original, es sutil y aterrador. Sin embargo, incluso la dirección artística y la banda sonora no son suficientes para compensar las fallas del guion y la falta de profundidad en el desarrollo del personaje principal. En esencia, la película se siente como una copia barata de las primeras “Alien”, intenta replicar el éxito del pasado pero carece de la innovación y la audacia que las hicieron tan icónicas. Es un intento de reconectar con lo que hizo grande a la saga, pero termina siendo una mera referencia, un ejercicio de nostalgia hueco y superficial.

Nota: 5/10