Alvin y las ardillas 3 (2011)

‘Alvin y las ardillas 3’ se presenta, a primera vista, como una propuesta familiar con la intención de capitalizar el éxito de entregas anteriores, y en cierto modo, logra ese objetivo. Sin embargo, bajo la superficie, la película se revela como una producción que, si bien intenta seguir la fórmula, carece de la chispa y la originalidad que la hicieron memorable. La premisa –un crucero de lujo y una misteriosa isla– es interesante, pero se siente algo predecible desde el inicio, con un desarrollo de la trama que se diluye en una sucesión de gags visuales sin un verdadero propósito narrativo.

La dirección de Rich Moore y Bryan Neel es competente, manejando bien los efectos especiales y el ritmo del metraje. Hay momentos de creatividad visual y coreografías de baile que, sin duda, atraerán a los niños más pequeños. Sin embargo, a menudo se siente la necesidad de ‘llenar’ los espacios con contenido visual sin una coherencia general. La película recurre con frecuencia a la slapstick y al humor absurdo, que, si bien puede ser divertido por momentos, termina por agotarse y perder su impacto. La coreografía, aunque elaborada, a veces se siente artificial y desconectada del resto de la película.

El reparto de voces, que siempre ha sido uno de los puntos fuertes de la saga, vuelve a brindar interpretaciones sólidas. Justin Long como Alvin sigue siendo el corazón de la película, y sus interacciones con el resto de las ardillas –Oz, Simon, Theodore, Ruby y Marcelo– mantienen un tono ligero y divertido. Pero, a pesar de las actuaciones, los personajes son poco más que arquetipos: Alvin el líder impulsivo, Simon el precavido, Theodore el torpe, Ruby la rebelde y Marcelo, el inesperado “cool guy”. No se profundiza en sus motivaciones ni se explora su evolución, lo que contribuye a que la película sea un tanto superficial.

El guion es, sin duda, el principal problema de ‘Alvin y las ardillas 3’. Las tramas secundarias son inconexas y la resolución del misterio central es bastante floja. Se intenta introducir un mensaje sobre la importancia de la familia y la aceptación, pero este intento se pierde entre el ruido visual y los gags innecesarios. La película se dedica mucho tiempo a la construcción de un conflicto artificial con un villano poco desarrollado, cuyo interés es puramente servir de obstáculo para las ardillas. En general, el diálogo carece de ingenio y las situaciones, de originalidad. Se siente como una colección de escenas aisladas, un desorden de ideas que no logran crear una experiencia cinematográfica cohesiva.

En conclusión, 'Alvin y las ardillas 3' es un entretenimiento infantil ocasional que probablemente complacerá a los más pequeños, pero que no ofrece nada realmente nuevo o destacable para el público adulto. La película es una continuación cómoda pero vacía de una franquicia que ya ha alcanzado su máximo esplendor. Su potencial, a pesar de la presencia de un elenco talentoso, se ve frustrado por un guion mediocre y una dirección que prioriza el espectáculo sobre la sustancia.

Nota: 5/10