Always (Para Siempre) (1989)

“Always (Para Siempre)” es una película que, a pesar de no ser una obra maestra cinematográfica, logra un impacto emocional considerable, especialmente gracias a su enfoque en la amistad, el sacrificio y el amor, aunque con ciertos elementos que lo asemejan a un melodrama romántico ligeramente predecible. La película, dirigida con una sensibilidad discreta por Gary Pace, se centra en la historia de Pete Sandich, un piloto de incendios excepcionalmente valiente, y la premisa de que su alma, ahora en el cielo, deberá guiar a un joven piloto, Ted Baker, para que se convierta en un héroe. La premisa misma es inherentemente poética y, de haber sido ejecutada con mayor complejidad, podría haber sido realmente conmovedora.

La dirección de Pace evita los excesos visuales, optando por una estética cuidada y natural. La fotografía, en su mayoría, se basa en la belleza desolada del paisaje americano, subrayando el aislamiento y la soledad que Pete experimenta antes de su muerte. Sin embargo, hay una cierta rigidez en la puesta en escena que a veces resta dinamismo a las escenas de acción, particularmente durante las simulaciones de vuelo. La banda sonora, aunque emotiva, a veces se siente un poco estridente y carece de sutileza, interrumpiendo el flujo natural de la narrativa.

Las actuaciones son sólidas, especialmente la de Michael Newman como Pete Sandich. Newman transmite con convicción la determinación, el coraje y la vulnerabilidad del personaje. Su presencia en pantalla es convincente, y su muerte, aunque predecible, resulta impactante debido a la conexión que se establece con el espectador. Chloe Bennett como el ángel, Elara, ofrece una interpretación contenida pero efectiva. La química entre los dos actores es un punto fuerte de la película. Sin embargo, el personaje de Ted, interpretado por Jake Matthews, resulta algo plano y carente de profundidad, lo que hace que su relación con Elara no tenga el mismo impacto. La interpretación de Matthews, si bien correcta, no alcanza a transmitir la complejidad que el personaje exige.

El guion, aunque con una base prometedora, es donde la película más notablemente falla. La historia se mueve a un ritmo lento y deliberado, que, si bien busca crear una atmósfera de reflexión, a menudo se convierte en tediosa. Las conversaciones entre Pete y Elara, en especial, pueden resultar forzadas y carentes de sustancia. El conflicto romántico, centrado en el amor no correspondido, se siente como un añadido, no como un elemento central de la trama. La película podría haber beneficiado enormemente de un mayor desarrollo de la historia alternativa, explorando las consecuencias del sacrificio de Pete y la forma en que Elara y Ted procesan su pérdida. La trama, en general, se centra demasiado en la idea de "el ángel que guía" y no explora adecuadamente las profundidades de las emociones de los personajes.

A pesar de sus fallos, “Always (Para Siempre)” tiene una honestidad y un espíritu noble. Es una película que, en última instancia, celebra la amistad, el amor y el coraje. No esperéis una revolución cinematográfica, pero sí una experiencia emocionalmente agradable, especialmente si apreciáis las historias que exploran los límites de la humanidad y la esperanza en medio de la adversidad.

Nota: 6/10