Ámame tiernamente (1956)

“El rey” Elvis Presley, en un giro sorprendente para muchos, nos entrega “El Beso de la Medianoche” (título original “Heartbreak Hotel”), su debut en el cine. La película, un western melodramático ambientado a finales del siglo XIX, intenta capitalizar la imagen ya establecida del “king” como ícono de la música pop, pero el resultado es una experiencia cinematográfica notablemente ambivalente. Más que un western de acción, es un melodrama romántico con un toque de leyenda, y en ese aspecto, logra destacar gracias a la presencia carismática de Presley, aunque su actuación, en última instancia, no alcanza la grandilocuencia que se espera de un debut tan significativo.

La dirección de William Irvin, responsable de títulos como “La Ciénaga” (The Swamp) y “El hombre de mil caras”, es funcional pero predecible. Se centra en la narración lineal, evitando cualquier riesgo estilístico que pudiera haber enriquecido la historia. El ritmo es pausado, deliberadamente lento, lo que le da un aire de época, pero también puede resultar tedioso para el espectador moderno. La fotografía de Peter James Lewis es cuidada, con una paleta de colores apagados que evoca la atmósfera del Oeste americano, y una notable atención al detalle en la recreación de paisajes y vestuarios, elementos esenciales para la inmersión en la época.

La película gira en torno a la historia de dos hermanos, Jim y Dan (interpretados por Frankie Darro y James Craig, respectivamente), que se encuentran en el duro y hostil terreno del Oeste tras la guerra civil. Ambos desarrollan una pasión desesperada por la misma mujer, Magnolia (interpretada por Marilyn Monroe), una joven guapo y enigmática que tiene un pasado turbio. La trama se complica aún más con la presencia de un pistolero taciturno y vengativo (Victor McLaglen), quien busca venganza contra los hermanos por una antigua ofensa. El guion, escrito por Ned Young, es simplista y carente de originalidad. Presenta conflictos familiares clásicos, situaciones de persecución y duelos a muerte, pero carece de profundidad y sorpresa. El diálogo es a menudo torpe y estereotipado, y la resolución de los conflictos se siente predecible.

A pesar de las deficiencias del guion, la película se beneficia enormemente de las actuaciones de sus protagonistas. Elvis Presley, en su debut, transmite una vulnerabilidad y una emoción genuina que contrastan con su imagen de estrella pop. Es sorprendente ver al “rey” cantando baladas románticas con tanta sinceridad, y sus interpretaciones musicales, incluyendo la canción que da título a la película, son un punto fuerte del filme. Marilyn Monroe, aunque con un papel limitado, aporta su inconfundible elegancia y sensualidad. Frankie Darro y James Craig, ambos actores experimentados, ofrecen interpretaciones sólidas y convincentes. Sin embargo, Victor McLaglen, en el papel del villano, se siente un tanto plano y unidimensional.

En definitiva, “El Beso de la Medianoche” es una película olvidable, pero no necesariamente mala. Es un melodrama romántico de época con un toque de western, que ofrece un entretenimiento ligero y una agradable visión de Elvis Presley en su juventud. No es una obra maestra cinematográfica, pero puede resultar gratificante para los fans de Elvis y los amantes del género. Se trata de un intento ambicioso que, si bien no alcanza la perfección, demuestra el potencial del “king” como actor, aunque solo sea un breve paso en su carrera.

Nota: 6/10