Amante por un día (2017)

“Amante por un día” es una película que, lejos de ser un melodrama exagerado y predecible, se presenta como una reflexión delicada sobre la soledad, el despertar emocional y la búsqueda de conexión en un momento de vulnerabilidad. La dirección de Julia Dolan se caracteriza por un ritmo pausado, permitiendo que la relación entre Joan y Ariane se desarrolle de manera orgánica, sin apresuramientos ni artificialidades. Dolan evita caer en clichés y se centra en la sutileza de los gestos, las miradas y los silencios, creando una atmósfera de quietud que invita a la contemplación.

Las actuaciones son, sin duda, uno de los puntos fuertes de la película. El papel de Alicia Vikander como Joan es excepcional. Su interpretación transmite la tristeza contenida de una joven que ha perdido la fe en el amor, la inseguridad y la necesidad de ser aceptada. No es una heroína clásica; es una joven común, con defectos y fragilidad, lo que la hace increíblemente cercana y relatable. También destacable es la actuación de Jasmine Simmons como Ariane. Su personaje emerge con naturalidad, mostrando un lado vulnerable y a la vez seguro de sí misma, una fuerza silenciosa que atrae a Joan. La química entre las dos actrices es genuina, y es palpable el desarrollo de la amistad que surge de esta improbable relación.

El guion, adaptado de la novela homónima de Emma Straub, es inteligente y perspicaz. La historia no se basa en la pasión romántica inmediata, sino en la construcción gradual de una amistad que se convierte en un refugio para ambas. La película explora la idea de que el amor puede manifestarse de formas inesperadas, no siempre en el contexto de una relación romántica tradicional. El personaje del padre, interpretado por John Tilson, es presentado con humanidad, mostrando un deseo de felicidad que, aunque cuestionable, se entiende en su contexto emocional. La película no juzga a nadie; simplemente observa las consecuencias de las decisiones y las consecuencias emocionales de la vida. El guion se centra en la autenticidad, en las complejidades de las relaciones humanas y en la aceptación de la propia vulnerabilidad.

Si bien la película no ofrece giros argumentales sorprendentes y el desarrollo de la trama es relativamente lineal, su mayor fortaleza reside en su capacidad para evocar emociones sutiles y reflexiones profundas. “Amante por un día” es una película que te hace pensar, te hace sentir y te recuerda que, a veces, la compañía más valiosa es la amistad. Es un pequeño triunfo de la comedia dramática moderna, una experiencia cinematográfica cálida, sensible y, en última instancia, profundamente humana. Se aleja de los clichés del melodrama y se adentra en la complejidad del alma humana.

Nota: 8/10