American Desert (2021)

“American Desert” no es un thriller convencional. No ofrece explosiones grandilocuentes ni persecuciones frenéticas. En cambio, construye una atmósfera de opresión silenciosa y constante, basada en la soledad y la desintegración que devora a Matt Benning (Will Brandt), un veterano devuelto a la realidad después de una experiencia traumática. La película de Justin Staiman se distancia de la estética explosiva habitual del género de supervivencia, abrazando un realismo crudo que, aunque a veces puede resultar lento, es innegablemente efectivo. La dirección, pulida y discreta de Staiman, opta por la fotografía desoladora del desierto, un personaje en sí mismo, que refleja el estado mental de su protagonista. Los planos largos, la luz implacable y la paleta de colores apagados refuerzan la sensación de aislamiento y desesperación, transmitiendo la idea de un lugar donde la supervivencia se convierte en una lucha diaria, tanto física como emocional.

Brandt ofrece una actuación magnífica como Matt. Su rostro, marcado por la guerra y el peso del pasado, expresa una profunda angustia y un deseo ferviente de escapar a un pasado que se niega a dejarlo ir. La película no le ofrece momentos heroicos, sino la representación honesta de un hombre roto, que intenta aferrarse a la cordura y a la esperanza en un entorno hostil. Ruby Modine, como la enigmática mujer que se une a su viaje, aporta una presencia inquietante y compleja, aportando una dinámica de tensión y sospecha que impulsa la trama. Su personaje, aunque interpretado con sutileza, es crucial para el desarrollo del conflicto central. Sin embargo, Michael Ironside, en su breve pero impactante aparición, parece una fuerza casi onírica, un presagio del destino que espera a Matt. Su actuación, lacónica y cargada de misterio, es como una nota de discordia que recuerda la fragilidad de la cordura en un mundo al borde del colapso.

El guion, escrito por Staiman y David Rosenbaum, se centra en la psicología de los personajes y en la construcción del ambiente. Evita los clichés del género, presentando un retrato complejo de la violencia y la adicción, sin glorificarla ni sentimentalizarla. La trama, aunque relativamente sencilla, se beneficia de la lentitud con la que se desarrolla, permitiendo al espectador sumergirse en la mente de Matt y comprender sus motivaciones. La película se pregunta sobre las consecuencias de la guerra no solo en el campo de batalla, sino también en el alma de aquellos que regresan, y sobre la dificultad de encontrar la redención en un mundo que parece haber perdido la inocencia. Es un thriller psicológico que utiliza el paisaje desolador del desierto como metáfora de la desesperación y la búsqueda de un nuevo comienzo. No es una película para todos los gustos, dado su ritmo pausado y su enfoque en la atmósfera, pero para aquellos que aprecien el cine que exige reflexión y que se atreve a explorar las zonas oscuras de la condición humana, “American Desert” resultará profundamente gratificante.

Nota: 7/10