American Gigolo (1980)

‘American Gigolo’ (1980) es mucho más que una simple historia de un jugador de seda. Paul Schrader, con su regia dirección, logra crear un thriller psicológico inquietante y ambigüo que, más de cuatro décadas después, sigue siendo notable por su atmósfera, sus actuaciones y su guion sutilmente construido. La película, lejos de glorificar la prostitución, la disecciona con una mirada crítica, exponiendo la soledad, la inseguridad y la búsqueda de identidad de su protagonista, Julian Kay.

Richard Gere, en un papel que le catapultó a la fama internacional, ofrece una interpretación magistral. Gere transmite con una delicadeza asombrosa la alienación de Julian, un hombre inteligente y cultivado que se ha resignado a una existencia superficial. No se trata de un “gigoló” tradicional, sino de un hombre profundamente complejo, atormentado por su pasado y consumido por la necesidad de comprar su propia seguridad. Su mirada, sus gestos, su voz... cada detalle está cuidadosamente calibrado para revelar su vulnerabilidad y su desconfianza. La actuación de Gere no es simplemente la de un héroe seductor, sino la de un alma en crisis.

Lauren Hutton, como Michelle, aporta una belleza frialdad que contrasta con el magnetismo de Julian. Su personaje, la esposa aparentemente feliz de un político influyente, es una máscara que oculta una profunda insatisfacción y una creciente sensación de vacío. La dinámica entre Julian y Michelle es tensa, compleja y llena de matices. La química entre ambos es palpable, y la atracción, lejos de ser puramente sexual, se entrelaza con la desesperación y el deseo de conexión emocional, aunque este último sea nunca plenamente satisfecho.

Schrader explora temas profundos como la identidad, la memoria, la culpa y el impacto del pasado en el presente. El guion, a pesar de su ritmo pausado y su enfoque en la atmósfera, es notable por su inteligente construcción. La trama no se basa en persecuciones o violencia explícita, sino en la sugerencia y la ambigüedad. La escena final, con la voz de Julian leyendo el periódico sobre la muerte de Michelle, es, sin duda, una de las más memorables del cine, dejando al espectador con la sensación de que la verdad es mucho más compleja de lo que se ve a simple vista. La película utiliza magistralmente el recurso del flashback, no para dar explicaciones, sino para insinuar los orígenes del trauma de Julian.

La cinematografía de Fernando Zaidenberg, con sus colores sóft y su iluminación cuidada, contribuye a crear una atmósfera de suspense y melancolía. La banda sonora de Carmine Coppola complementa a la perfección la atmósfera general, añadiendo una capa de emoción y misterio. 'American Gigolo' es un ejemplo brillante del cine de género, que trasciende las convenciones y ofrece una visión reflexiva y a la vez seductora de la condición humana.

Nota: 8.5/10