American Pop (1981)

“American Pop” de Alan Parsonnet no es un drama familiar convencional, aunque la familia Friedman, con su saga musical y sus raíces judías rusas, sirva de telón de fondo para una reflexión fascinante sobre la historia de Estados Unidos a través del siglo XX. La película, a pesar de su duración, se mantiene cautivadora gracias a una meticulosa construcción narrativa que entrelaza el viaje personal de la familia con los acontecimientos políticos y sociales que los rodean, creando una experiencia cinematográfica rica y, a su vez, profundamente humana.

La dirección de Parsonnet es notable por su enfoque en la atmósfera. El director logra transmitir con maestría la nostalgia y la vitalidad de cada época, desde los vibrantes clubes de jazz de Nueva York en los años 20, hasta los escenarios de los circuitos de rock and roll de los 60. La película no se contenta con mostrar, sino que nos sumerge en la vida cotidiana de los Friedman, con una atención al detalle que permite apreciar los pequeños placeres y las dificultades de cada generación. La fotografía, en particular, es impecable, utilizando la luz y el color para evocar la época y el estado de ánimo de cada escena. Los cambios de época son suaves y creíbles, gracias a una cuidada selección de vestuario y diseño de producción.

El reparto es absolutamente excepcional. Caleb Landry Jones, como Zalmie, encarna la rebeldía y el espíritu de innovación de la primera generación. El actor transmite con intensidad su deseo de romper con las tradiciones familiares y de forjar su propio camino. Jonah Bobo, por otro lado, ofrece una interpretación conmovedora de Tonny, el músico más melancólico y reflexivo de la familia. Y Jake Horowitz, como Pete, captura a la perfección la búsqueda de identidad y el sentimiento de pertenencia que atormenta a la última generación. No obstante, las actuaciones son consistentes a lo largo de toda la película, y cada actor le da vida a su personaje con una autenticidad que se siente genuina.

El guion, a pesar de su complejidad, es uno de los mayores puntos fuertes de la película. La trama no es lineal; en su lugar, se construye a través de escenas intercaladas que exploran los sueños, las esperanzas y los fracasos de cada personaje. El guion no se limita a contar una historia, sino que plantea preguntas sobre la naturaleza del talento, la importancia de las raíces familiares y el impacto de la historia en la vida de las personas. La película aborda con sensibilidad temas como la persecución, el antisemitismo, la guerra y la pérdida, pero sin caer en melodramáticos clichés. La inclusión de eventos históricos clave se integra de forma natural en la narrativa familiar, mostrando cómo la vida de los Friedman está inextricablemente ligada a los acontecimientos que moldearon el país. El desarrollo de la música, desde la influencia del jazz hasta el nacimiento del rock, es tratado con respeto y precisión, y se convierte en una herramienta poderosa para expresar las emociones y los deseos de los personajes.

En definitiva, “American Pop” es una película que invita a la reflexión y que celebra la vitalidad de la experiencia humana. Es un retrato conmovedor de una familia, de una ciudad y de un país, un testimonio de la capacidad de la música para trascender las barreras y unir a las personas. Es una película que queda grabada en la memoria, y que nos invita a considerar la relación entre el pasado, el presente y el futuro.

Nota: 8.5/10