“American Ultra” no es una película que busca complacer a nadie, y eso, francamente, es su mayor fortaleza. Esta comedia de acción, con toques de thriller y un guion audazmente absurdo, desafía las convenciones del género y nos sumerge en un mundo de espías, hackers y operaciones secretas, todo ello envuelto en una atmósfera de desesperación y humor negro. La película, dirigida por Dean Triller, se aleja del blockbuster hollywoodense, apostando por la economía de recursos, la autenticidad en la representación y una estética que recuerda a las películas de artes marciales de los 90, pero con un toque de ironía y una conciencia del pasado.
Jesse Eisenberg ofrece una interpretación sorprendentemente convincente como Mike Howell, un joven que, a pesar de su aparente inactividad, alberga un pasado que el gobierno estadounidense busca recuperar a toda costa. Eisenberg, usualmente asociado a personajes neuróticos y sociales, aquí se muestra como un hombre simple, un "nerd" que, de repente, se ve envuelto en una situación que lo supera con valentía y determinación. Su actuación es sutil, pero llena de matices que revelan la angustia y la incertidumbre de un hombre que lucha por sobrevivir. A su lado, Kristen Stewart aporta una Phoebe llena de contradicciones: una joven fuerte, luchadora, pero también vulnerable y asustada. Su relación con Mike es el corazón de la película, un lazo de amor y lealtad que se pone a prueba ante la amenaza inminente.
Lo que realmente distingue a "American Ultra" es su guion. Si bien la premisa – un hacker convertido en objetivo del gobierno – no es original, la ejecución es brillante. Los diálogos son directos, a veces absurdos, pero siempre efectivos para generar tensión y humor. Las secuencias de acción son fluidas y creativas, aprovechando al máximo el entorno rural y el estilo de lucha de Mike. No se trata de coreografías elaboradas y complejas, sino de un caos controlado donde el protagonista utiliza su inteligencia y sus habilidades informáticas para defenderse. La película también explora temas relevantes como la privacidad en la era digital, el abuso de poder gubernamental y la deshumanización de los individuos en nombre de la seguridad nacional.
Si bien la película presenta algunos momentos de ritmo desigual y un final algo abrupto, “American Ultra” es una experiencia cinematográfica fresca y estimulante. Es una película que no se toma en serio a sí misma, que abraza su propia locura y que nos invita a cuestionar la realidad que nos rodea. Es una película que se queda con el espectador mucho después de que los créditos finales hayan terminado de rodar, y que valora la originalidad y el compromiso frente a la espectacularidad superficial. No es una obra maestra, pero sí una propuesta interesante y valiente.
Nota: 7/10