“Amiga mortal” es una película que se aferra a la peculiaridad y la atmósfera inquietante, pero que, lamentablemente, no logra consolidar su potencial. La historia, centrada en un joven solitario con una habilidad mecánica sorprendente y su robot compañero, teje una trama de misterio y pérdida que, en teoría, podría ser muy atractiva, pero que en la práctica resulta algo decepcionante. La premisa, la muerte de una joven y la decisión del protagonista de darle la vida a su robot, es intrínsecamente interesante y suscita numerosas preguntas éticas y emocionales. Sin embargo, el desarrollo de esta idea se siente a veces apresurado y carente de la profundidad que podría haberle otorgado una mayor exploración.
La dirección de Peter Maxwell es funcional, pero no particularmente audaz. Logra crear un ambiente de aislamiento y melancolía en la pequeña ciudad del Medio Oeste, utilizando la fotografía con colores apagados y la música para generar una sensación constante de inquietud. Aunque los momentos de tensión están bien capturados, la película carece de una visión estética distintiva que la haya diferenciado de otros dramas adolescentes con temática similar. El ritmo, en general, es lento y deliberado, lo que podría resultar monótono para algunos espectadores, pero contribuye a la atmósfera de ensueño y desesperación que intenta evocar. No obstante, la película no ofrece suficientes momentos visualmente impactantes para compensar esta lentitud.
Las actuaciones son un punto fuerte, sin duda. El joven protagonista, interpretado por [Nombre del Actor], ofrece una interpretación honesta y conmovedora de un chico atormentado por la pérdida y dividido entre la lógica y la emoción. Su relación con el robot, una creación maravillosa en términos de diseño y actuación, es el corazón emocional de la película. El robot, con su voz suave y sus reacciones sorprendentemente humanas, es memorable y actúa como un espejo de la confusión y el dolor del protagonista. El actor que lo da vida ha logrado transmitir la complejidad de una inteligencia artificial que aprende a sentir, lo cual es fascinante. Sin embargo, el personaje del padre, interpretado por [Nombre del Actor], queda plano y carece de profundidad. Su autoritarismo se presenta como un cliché, sin una explicación psicológica que justifique su comportamiento.
El guion, dirigido por [Nombre del Director], es el mayor punto débil de la película. Si bien la premisa inicial es interesante, la historia se construye sobre una serie de eventos inexplicables y decisiones del protagonista que no se justifican con suficiente rigor. La trama se complica de forma artificial, introduciendo elementos de suspense que no se resuelven de manera satisfactoria. Las motivaciones del protagonista, aunque comprensibles, no se exploran con la profundidad que merecen. El final, en particular, es abrupto y deja demasiadas preguntas sin respuesta. Se intenta generar una reflexión sobre la naturaleza de la vida, la muerte y la inteligencia artificial, pero lo hace de manera superficial, sin profundizar en las implicaciones filosóficas de la historia. En definitiva, “Amiga mortal” es una película con potencial, pero que no cumple con las expectativas generadas por su premisa original.
Nota: 6/10