Amor loco (1995)

“Amor loco” (1992) es un melodrama adolescente que, a pesar de sus evidentes aspiraciones a ser un hito, se queda en un punto medio, un testimonio de un romance juvenil con un aura de rebeldía y una cierta melancolía que, en definitiva, la hacen recordable pero no trascendente. La película, dirigida con una sensibilidad juvenil por John Cusack, se centra en la historia de Matt, un joven taciturno y algo alienado que encuentra su propósito en la vida al caer rendido por la belleza de Casey, una nueva estudiante de instituto con una mirada que parece desvelar los misterios del universo. La química entre Cusack y Greta Scacchi, quien interpreta a Casey, es innegablemente uno de los pilares de la película. Su interpretación logra transmitir con profundidad la fragilidad emocional de Casey, una chica atormentada por la depresión y la sensación de estar atrapada en su propio mundo.

La dirección de Cusack, que también participó como guionista, es modesta pero efectiva. Logra capturar la inocencia y la angustia de la adolescencia, creando una atmósfera onírica y con un toque de surrealismo que enmarcan la relación entre Matt y Casey. Los planos, generalmente lentos y contemplativos, permiten al espectador sumergirse en los pensamientos y las emociones de los personajes, aunque a veces la lentitud puede resultar excesiva y ralentizar el ritmo de la película. Sin embargo, esta lentitud es, quizás, una decisión deliberada, un reflejo de la manera en que los jóvenes perciben el tiempo cuando están enamorados. La fotografía, con tonos apagados y colores vibrantes, contribuye a la atmósfera melancólica que impregna la cinta.

El guion, aunque con algunas licencias poéticas, presenta un argumento sencillo pero con un núcleo emocional interesante. La historia de Matt, un chico que se ve obligado a salir de su zona de confort y a enfrentarse a sus propios miedos para ayudar a una chica que necesita desesperadamente de su ayuda, es un cliché del romance adolescente, pero se presenta con una honestidad que evita caer en la sentimentalidad gratuita. La trama secundaria de la depresión de Casey, aunque tratada con sensibilidad, a veces se siente un poco superficial, como un adorno que complementa la historia principal pero que no se profundiza lo suficiente. Sin embargo, la resolución final, con la fuga a México, ofrece un momento de auténtica esperanza y sugiere que el amor puede ser una fuerza poderosa para sanar y encontrar la libertad.

A pesar de sus fallos, “Amor loco” conserva una cierta magia. La película consigue transmitir la intensidad y la vulnerabilidad del primer amor, la necesidad de conexión y la valentía de enfrentarse a los propios miedos. La actuación de Scacchi es particularmente destacada, ofreciendo una interpretación llena de matices que explora la complejidad de la mente de una joven que lucha contra la depresión. Cusack, por su parte, logra encarnar la transformación de Matt, un chico tímido e inseguro que se convierte en un protector y un aliado. En definitiva, "Amor loco" es una película que, aunque no es una obra maestra, merece la pena verla por su autenticidad y por la química que se desprende entre sus dos protagonistas. Es una película sobre la esperanza, el amor y la búsqueda de la propia identidad.

Nota: 6/10