An Empress and the Warriors (2008)

“An Empress and the Warriors” es una película que se sitúa en un territorio inexplorado del cine histórico chino, buscando equilibrar la grandilocuencia de las epopeyas con una introspección más centrada en el desarrollo personal de sus personajes principales. Dirigida por Li Rengu, la película ofrece una experiencia visualmente impactante pero, en última instancia, ligeramente desequilibrada en su enfoque narrativo.

La fotografía, con la paleta de colores rica y saturada, es uno de los puntos fuertes indiscutibles de la película. Los paisajes de China, desde las montañas imponentes hasta los templos budistas y los complejos palacios, son retratados con una belleza impresionante. El vestuario y la puesta en escena también son meticulosamente elaborados, sumergiéndote completamente en la atmósfera del siglo XIX. Sin embargo, la mera espectacularidad visual, aunque apreciable, no compensa las deficiencias en la historia.

El guion, escrito por el mismo director, se centra en la princesa Mei (interpretada con una vulnerabilidad convincente por Kelly Chen), quien, desilusionada por la vida palaciega y las intrigas políticas, decide abandonar sus deberes para unirse a una banda de guerreros liderados por el misterioso y enigmático Lao Wei (interpretado por Yen Tung). Esta elección la lleva a enfrentarse a dilemas morales complejos y a cuestionar las expectativas sociales que se le imponen. La historia, a pesar de su premisa interesante, a menudo se siente lenta y carente de la tensión dramática que se esperaría de un conflicto de este tipo. El ritmo, en ocasiones, se arrastra excesivamente, dejando que algunos momentos que podrían haber sido más potentes se diluyan en la lentitud. La introducción de Leon Lai como un maestro budista, personaje que sirve como mentor y guía espiritual para Mei, funciona bien para añadir una capa de profundidad filosófica y emocional, pero su papel, aunque bien actuado, parece algo desconectado del núcleo de la trama principal.

Las actuaciones son sólidas. Kelly Chen ofrece una interpretación cautivadora de la princesa, mostrando su evolución desde la inocencia y la desilusión hasta la fuerza y la determinación. Yen Tung, como Lao Wei, aporta un aire de misterio y sabiduria al personaje, aunque su motivación principal, a menudo, se siente un poco vaga. Leon Lai, como siempre, ofrece una presencia serena y contemplativa, y su interpretación del maestro budista es particularmente memorable. Sin embargo, el conflicto central entre Mei y los guerreros no llega a desarrollarse plenamente, dejando la resolución algo previsible.

En definitiva, "An Empress and the Warriors" es una película que promete mucho pero no siempre cumple. Ofrece una estética visualmente atractiva y actuaciones decentes, pero su guion resulta en ocasiones simplista y su ritmo, irregular. La película puede ser disfrutada por aquellos que aprecien el cine histórico con un toque filosófico, pero quienes buscan una narrativa llena de acción y giros argumentales, podrían decepcionarse. Es un intento interesante de explorar un género con potencial, pero que necesita una mayor pulida en su desarrollo narrativo.

Nota: 6/10