An Oversimplification of Her Beauty (2012)

“An Oversimplification of Her Beauty” no es una película para que la veas y la olvides. Es un proyecto ambicioso, en ocasiones frustrante, pero sin duda una experiencia cinematográfica que te obliga a participar activamente, a cuestionar tus propias ideas sobre el arte, la emoción y la naturaleza de la existencia. Dirigida y protagonizada por Terence Nance, la película se presenta inicialmente como una reflexión personal, un diario fílmico de la artista Alisa Becher (también actriz) tras una ruptura dolorosa. Pero pronto, esa premisa se diluye en una exploración mucho más profunda, a menudo desconcertante, que se aleja del formato narrativo tradicional.

La película no busca entretener en el sentido convencional. La dirección de Nance es deliberadamente fragmentada, con secuencias cortas y dispares que parecen surgir de improvisación. Esto crea una atmósfera de vulnerabilidad y honestidad brutal. Es una película que te invita a participar, a hacerte preguntas y a construir tu propia interpretación. Sin embargo, esta apertura también puede resultar desconcertante para el espectador acostumbrado a historias con un guion lineal. Algunas secuencias, como las que involucran la exploración de la ciudad o el análisis de la música, se sienten un tanto dispersas y podrían haberse beneficiado de un mayor enfoque.

La actuación de Alisa Becher es, sin duda, la columna vertebral de la película. Su interpretación de una artista lidiando con la pérdida y la auto-reflexión es extraordinariamente sutil y convincente. Su mirada, sus gestos, su voz, transmiten una complejidad emocional que va más allá de lo que se dice textualmente. Terence Nance, como narrador y protagonista, complementa a Becher a la perfección, aportando un toque de intimidad y vulnerabilidad. Si bien su rol es principalmente como voz en off, su presencia es fundamental para establecer la conexión con el personaje y el tema central de la película.

“An Oversimplification of Her Beauty” se mueve con maestría entre la poesía y la filosofía. Nance no ofrece respuestas fáciles; más bien, presenta preguntas complejas y los deja al espectador para que los reflexione. La película utiliza la exploración de la memoria, el arte, la música y la ciudad como herramientas para desentrañar la naturaleza de las emociones y la subjetividad de la experiencia humana. No es una película que te dará consuelo, sino que te provocará a mirar más profundamente en ti mismo y en el mundo que te rodea. Puede que te frustre, te confunda, pero también te sorprenda y, en última instancia, te dejará una huella memorable. Se trata de una película que resuena a largo plazo, provocando un debate interno que te acompañará mucho después de haber apagado la pantalla.

Nota: 7/10