Aniquilación (2018)

“Aniquilación” no es una película para aquellos que buscan resoluciones fáciles ni explicaciones convencionales. Alex Garland nos entrega, en su lugar, una experiencia sensorialmente inmersiva y conceptualmente desafiante, un viaje a la ambigüedad que deja al espectador reflexionando mucho después de que los créditos finales se hayan desplomado. La película se basa en la premisa de una zona geográfica anómala, la Zona X, donde las leyes de la física y la percepción se desdibujan, y las criaturas que la habitan son horrores a la vez familiares y profundamente inquietantes. La historia de Lena, interpretada con una intensidad palpable por Natalie Portman, es la de una viuda devastada que se une a una misión científica para encontrar a su marido desaparecido, y que se convierte en un vehículo para explorar temas complejos como el duelo, la identidad y la naturaleza del cambio.

La dirección de Garland es, sin duda, el punto central de la película. Crea una atmósfera opresiva y perturbadora desde el primer momento, utilizando una paleta de colores vibrantes y a menudo surrealistas, que contrastan con la desolación y el peligro que acechan en la Zona X. La cinematografía de Rob Simons en colaboración con la dirección de arte son excepcionales, logrando un mundo visualmente rico y extrañamente hermoso, lleno de formas biomórficas y paisajes que desafían la lógica. Garland, a diferencia de otras producciones de ciencia ficción, no se preocupa por la acción constante. Prefiere el suspense psicológico, las imágenes evocadoras y la creación de una sensación de incomodidad que se instala en lo más profundo del espectador. Se trata de una película que se disfruta más en la contemplación que en la adrenalina.

Las actuaciones son sólidas en todo el elenco, con Natalie Portman especialmente destacada. Su interpretación de Lena es sutil pero poderosa, capturando con precisión el dolor, la vulnerabilidad y la determinación de una mujer que se enfrenta a lo desconocido. Jennifer Jason Leigh, Tessa Thompson, Gina Rodriguez y Hannah John-Kamen también ofrecen interpretaciones convincentes, aportando profundidad y matices a los personajes que conforman el equipo de exploración. La dinámica entre las mujeres, marcada por la tensión, la colaboración y el desconfianza, es uno de los aspectos más interesantes de la película.

El guion, aunque complejo y a veces lento, es lo que realmente eleva “Aniquilación” a un nivel superior. No ofrece respuestas fáciles; en lugar de eso, plantea preguntas sobre la naturaleza de la realidad, la evolución y el destino. La película no se limita a presentar conceptos abstractos; los utiliza para explorar la experiencia humana, la pérdida y la posibilidad de transformación. Es una película que invita a la interpretación, a la reflexión y a la discusión. La ambigüedad deliberada, a pesar de algunos momentos de ritmo irregular, es una de sus mayores fortalezas. La película no se asusta por la violencia, sino por la desestabilización de la percepción y la confrontación con lo desconocido.

Nota: 8/10