Anthony Bourdain: un chef por el mundo (2021)

“Anthony Bourdain: un chef por el mundo” no es simplemente una biografía; es una inmersión completa en la vida de un hombre que trascendió la gastronomía para convertirse en una voz crucial en la comprensión del mundo. La película, dirigida magistralmente por Emmy McCann y Morgan Boss, se erige como un testamento al impacto inigualable de Bourdain, a través de una meticulosa compilación de imágenes de archivo, entrevistas, y, lo más importante, el uso selectivo de sus propias palabras. La voz de Bourdain, grabada en conversaciones caseras, en restaurantes con clientes desconfiados y en las profundidades de sus reflexiones más íntimas, es el hilo conductor que une cada escena y que otorga a la película una autenticidad palpable.

La dirección de McCann y Boss no se limita a meros montajes de filmaciones. Evitan la sentimentalidad barata y el melodrama. En su lugar, optan por un enfoque que respeta la complejidad de Bourdain. Muestran su pasión desbordante por la comida, su curiosidad insaciable y su honestidad brutal. Las escenas de archivo, que abarcan desde sus inicios en el servicio de habitaciones hasta sus viajes más lejanos, son un festín visual y auditivo. Se siente su energía, su irreverencia y su deseo de conectar con las personas y culturas que visita. La película logra capturar la esencia de lo que hizo a Bourdain tan único y querido: su capacidad para ver el mundo con los ojos de un explorador, con la sensibilidad de un poeta y la valentía de un rebelde.

La película no se centra solo en los logros de Bourdain, sino también en sus luchas internas. Se vislumbra su adicción a la heroína, sus traumas del pasado y la constante batalla por mantener el control. Este lado oscuro de su personalidad, representado con cuidado y respeto, añade profundidad al retrato y nos permite comprender mejor las razones detrás de su irreverencia y su búsqueda constante. Las entrevistas con familiares, amigos y colegas revelan un hombre fascinante, a veces complicado, pero siempre profundamente humano. Particularmente impactante es el testimonio de su hija, Asia, que comparte recuerdos y reflexiones personales que complementan a la perfección la narrativa documental.

A pesar de su naturaleza documental, la película no se siente estática o expositiva. La edición es dinámica y, en su mayoría, libre de explicaciones innecesarias. La banda sonora, cuidadosamente seleccionada, acompaña las imágenes y las voces sin presionar el ritmo. La película logra transmitir la sensación de estar viajando junto a Bourdain, de estar explorando nuevos sabores, nuevas culturas y nuevos horizontes. El guion, en esencia, es la voz de Bourdain, y su voz, a través de sus propias palabras, se convierte en la narradora principal. Esta decisión, aunque arriesgada, es la que finalmente otorga a la película su fuerza y su autenticidad innegables. Es una película que te hará pensar, te hará reír y, quizás, te hará sentir un poco más hambriento de vida.

Nota: 8/10