Appleseed: The Beginning (2004)

“Appleseed: The Beginning” es una película que, a pesar de sus intenciones ambiciosas y su atmósfera futurista, termina siendo un ejercicio de estilo sobrecogedor pero desapasionado. Lanzada en 2004, la cinta de anima independiente de Shinichirō Watanabe, situada en Neo-Tokyo 2012, presenta un mundo cuidadosamente construido, notable por su diseño visual y su tratamiento de temas existenciales. La película, en esencia, se centra en Briallen Stone, una soldado cyborg enviada a investigar la desaparición de un niño prodigio en una ciudad aparentemente perfecta y aparentemente libre de problemas.

El aspecto visual es, sin duda, el punto fuerte de “Appleseed”. Watanabe, conocido por su trabajo en ‘Cowboy Bebop’, despliega un estilo gráfico impecable, reminiscente de los trabajos de Roy Andersson y con toques del expresionismo alemán. La paleta de colores es sombría, contrastando fuertemente con los edificios relucientes y las calles impecables de Neo-Tokyo. La arquitectura, un melange entre la funcionalidad brutalista y la estética gótica, sugiere una sociedad excesivamente controlada y obsesionada con la armonía superficial. Los planos secuencia, especialmente durante las escenas de acción, son grandiosos y llenos de detalles, creando una experiencia visualmente impactante, aunque a menudo a costa de la claridad narrativa.

Sin embargo, el guion, adaptado de un manga de Masakazu Ibita, es donde la película comienza a decaer. La trama, si bien interesante en su premisa, se arrastra con lentitud y carece de la complejidad y profundidad que se podría haber esperado. Los diálogos son, en general, funcionales, pero carecen de la chispa y el ingenio que harían que los personajes resurgieran más allá de sus características básicas. Se siente una presión por transmitir ideas – la soledad, la condición humana, el peligro de la tecnología – pero estas ideas se presentan de forma algo torpe, sin explorar las consecuencias de estas reflexiones de manera contundente.

Las actuaciones de voz, aunque sólidas, no logran elevar la película por encima de su debilidad narrativa. El personaje de Briallen, interpretado por Jennifer Hale, transmite una fragilidad y un cansancio cautivadores, pero la falta de desarrollo en la trama limita el impacto emocional de sus acciones. Los otros personajes secundarios, aunque presentados con cierto dinamismo visual, se quedan en arquetipos unidimensionales.

En definitiva, “Appleseed: The Beginning” es una película visualmente deslumbrante, con un estilo impecable y una atmósfera densa y melancólica. No obstante, su guion torpe y su falta de desarrollo de personajes impiden que alcance su potencial. Es un disfrute visual, pero un experimento narrativo que, en última instancia, no cumple con las expectativas creadas por su premisa y el estilo de su director.

Nota: 6/10